Para quienes no tenemos conocimientos relacionados con el mundo de los acuarios, nos puede parecer que todos son iguales, y que simplemente difieren en el tamaño o en la decoración que queramos realizar al instalarlo.
Sin embargo, si deseamos tener un acuario en casa, deberemos tener en cuenta que existen muchos tipos de acuarios, dependiendo de las especies que queramos tener en ellos, ya que resulta esencial reproducir al máximo las condiciones de sus hábitats naturales para que los peces se desarrollen sanos y con buena calidad de vida.
Los acuarios pueden diferir en varios aspectos:
– Temperatura del agua: Tendremos acuarios de agua fría, para las especies más alejadas de los trópicos y acuarios de agua caliente para los peces. En los de agua fría la temperatura suele oscilar entre los 10 y los 18 grados centígrados, mientras que en los de agua caliente variará entre los 18 y los 30 grados centígrados.
– Sales disueltas en el agua: En este aspecto, encontramos los acuarios de agua dulce, y los de agua salada. Si somos principiantes en el mantenimiento de un acuario, los expertos aconsejan comenzar por el de agua dulce, ya que en el agua marina deberemos mantener un nivel de sales constante, lo que no siempre resulta sencillo.
– Especies que residen en ellos: Podemos tener acuarios comunitarios, que son aquellos que albergan a varias especies que viven en hábitats similares, en cuanto al PH o temperatura del agua. En ellos no es aconsejable criar especies demasiado territoriales o agresivas, y asegurarnos de que las especies que conviven en él son compatibles. También encontramos los acuarios de especie, que son aquellos en los que, como su nombre indica, sólo vive una especie, algo habitual si queremos tener, por ejemplo, barbos en el acuario.