Hay personas a las que les gustan mucho los animales y tener mascotas, mientras que hay otras a las que no les hacen tanta gracia e, incluso, les molesta tener animales de compañía en el hogar. Y, ¿qué hay detrás de estas preferencias o gustos? La respuesta es muy clara: la genética está detrás de todo ello. Y es que es el factor que más influye a la hora de decidir si se quiere o no tener mascota.
El estudio
Esta es la principal conclusión que se desprende del estudio que ha realizado un equipo de investigadores y científicos del Reino Unido y Suecia entre propietarios de perros con el fin de determinar si ese amor por los canes es o no hereditario.
El estudio, que ha empleado datos de 35.035 pares de gemelos del Registro Sueco de Gemelos, ha arrojado datos claros: la genética es decisiva. Y es que es la causa que explica más de la mitad de la relacionada con la propiedad de canes porque los genes están detrás de la elección de tener o no mascota.
El hecho de estudiar gemelos ha permitido corroborar la influencia de la genética, ya que los gemelos idénticos comparten el genoma completo, mientras que los no idénticos solo tienen la mitad de la variación genética.
Esta comparación sacó a la luz que las tasas de concordancia de la propiedad de perros son más altas en gemelos idénticos que en los no idénticos, reforzando así esta idea de la importancia de la genética en la elección de tener o no un can por mascota.
Beneficios salud
No obstante, los investigadores también consideran que puede haber otros factores como, por ejemplo, el efecto sanador que tienen los perros, sobre todo, para determinadas patologías o, simplemente, para mejorar el bienestar de las personas.
En este caso, se pone de manifiesto que la influencia de las mascotas en la vida de las personas y en su salud, puede hacer que se tenga una mayor propensión a cuidar de un perro.
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