El cuidado de perros y gatos, en ocasiones, muestra un enfoque reactivo. Así sucede cuando el cuidador acude al veterinario en el instante en el que percibe algún síntoma de malestar en el animal. Es decir, se produce una señal de alarma ante la que el profesional especializado ofrece un diagnóstico adecuado. Sin embargo, la protección de la salud de perros y gatos se complementa de manera principal con medidas preventivas. Así lo muestra la medicina preventiva veterinaria que pone el foco en un seguimiento más a largo plazo.
Qué es la medicina veterinaria preventiva
Es una rama que aporta recursos, información y medidas esenciales para potenciar el bienestar de perros y gatos por medio de una protección que reduce el riesgo de enfermedades. La vacunación ofrece una enorme protección frente al contagio de diferentes enfermedades o el desarrollo de síntomas graves.
Sin embargo, los consejos de la medicina veterinaria preventiva también se centran en los cuidados que el animal recibe en su rutina diaria. La alimentación y el ejercicio son claves en este contexto. Y cualquier recomendación debe responder a las necesidades específicas y particulares.
El alcance de la medicina veterinaria preventiva va más allá del cuidado del animal en sí mismo. También pone en conexión la relación que este tiene con el entorno que le rodea.
Beneficios de la medicina veterinaria preventiva en gatos y perros
¿Qué ventajas saludables aporta el cuidado de la salud desde una perspectiva preventiva? La anticipación ayuda a minimizar riesgos y complicaciones que pueden desarrollarse en el futuro. En esencia, es una disciplina que prolonga la calidad de vida de los animales. Por otra parte, fomenta la implicación de los cuidadores en el cuidado diario de sus mascotas a través de consejos y recomendaciones que evitan la desinformación o el desconocimiento.
Y el seguimiento continuo añade información valiosa para hacer un diagnóstico temprano ante una posible patología en perros y gatos.