Cuando se habla de ansiedad por separación en los perros, se tiende a pensar que es el estado emocional que tienen cuando han vivido en una familia y, por ejemplo, los progenitores se separan y la mascota se la queda uno de ellos o bien la comparten a temporadas. Sin embargo, este término no alude a estas situaciones, sino que se refiere a otra muy concreta: es la separación del perro de su dueño cuando, por ejemplo, este tiene que irse a trabajar y se queda solo en casa.
El problema
La ansiedad por separación consiste en el estado que se produce en el perro cuando se queda solo en casa. Es como una aflicción que le genera como una especie de ansiedad que, a su vez, le lleva a que adopte unas conductas poco habituales como romper o morder objetos, llegando incluso a estropearlos seriamente.
Pero no es el único síntoma, también es muy habitual que los perros que padecen la ansiedad por separación aúllen o ladren todo el rato hasta que el dueño llega a casa, aunque tarde horas y horas en volver o bien haya salido por un intervalo de tiempo reducido para ir a comprar, por ejemplo, una barra de pan.
Con estos hábitos, el perro muestra la ansiedad por esa separación, que no es más que el reflejo de un exceso de dependencia y de apego hacia los dueños. Normalmente, varias son las causas que pueden estar detrás de él.
La ansiedad por separación puede deberse a factores hereditarios, aunque es más habitual que se produzca porque la mascota ha vivido una separación inadecuada o ha sido separado de la madre muy pronto.
El hecho de haber sido abandonado o bien maltratado son también factores desencadenantes de este trastorno, siendo estas mascotas más propensas a padecerlo que otros perros.
Qué hacer
Si el perro tiene ansiedad por separación, lo más importante es comenzar a tratarlo cuanto antes para que se corrija esa conducta. Y es que el proceso no es precisamente rápido, sino que lleva su tiempo.
El tratamiento siempre es recomendable que lo prescriba un veterinario porque, en función del nivel de gravedad del trastorno, puede llegar a ser conveniente que el perro tome antidepresivos u otros medicamentos. Además, conviene trabajar su conducta a través del adiestramiento.
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Hola Eva.
Estoy de acuerdo en tu artículo hasta el punto de que tome antidepresivos, por favor, no deberías escribir eso, son malos, perjudiciales y lo único que hacen es empeorar la causa, es mejor tratar el tema emocional ver qué pasa y por qué como hago yo con las terapias holísticas, nunca con químicos, y en cuanto al adiestrador, depende de cada caso.
Yo leo tus artículos y hasta ahora no te había comentado nada, pero en este caso, estás equivocada con los antidepresivos, puede hacer mucho daño si la gente te hace caso.
Si quieres, lo hablamos, encantada te doy otros consejos-tratamientos para esto.
Hola Miriam. Los antidepresivos, como cualquier tratamiento que deba seguir un perro, siempre debe ser prescrito por un veterinario. No me refiero a que las personas se los den por iniciativa propia. Si el veterinario lo considera necesario, los prescribirá y hará un control y seguimiento para minimizar en la mayor medida posible los efectos secundarios.