Aunque todavía no he entrado la primavera oficialmente, lo cierto es que estos días de más calor han propiciado que se empiece a ver en muchos parques y jardines la procesionaria. Una oruga que supone una importante amenaza para los perros por las consecuencias que tiene para su salud entrar en contacto con ellas o bien ingerirlas, aunque sea de forma accidental. Por este motivo, vamos a hablar de todo lo que se puede hacer y de los síntomas que causa el contacto con la procesionaria en el perro.
Efectos de la mascota
Cuando un perro entra en contacto con la procesionaria, varios son los síntomas que puede experimentar porque estas orugas son muy venenosas. Y no lo son solo para los perros, sino también para otras mascotas e, incluso, para las personas.
Y es que estas orugas tienen muchos pelillos por todo el cuerpo -pueden definirse como unos dardos envenenados-, ya que a través de ellos se libera la histamina, que emplean para protegerse cuando se sienten amenazadas.
El contacto con la procesionaria provoca urticaria y también alergias. De esta manera, es normal que en el perro se noten algunos síntomas como rascarse insistentemente en la zona en la que ha entrado en contacto con la oruga. Además, se pueden producir otras afecciones en los ojos, notándose también como un lagrimeo.
Aparte, se nota babeo e hinchazón en la zona de la lengua, la boca, el esófago y el estómago. Esta hinchazón puede producirse bien porque el perro simplemente ha olisqueado las orugas o bien porque ha ingerido alguna de ellas.
En este sentido, es importante fijarse en una serie de señales específicas que, sobre todo, se concentran en la lengua donde aparecen una serie de manchas rojizas o moradas, así como ampollas.
También es habitual ver que la lengua tiene algunos trozos que se caen por necrosis, aunque este último síntoma no es de efecto inmediato. No obstante, hay que estar pendiente porque el animal puede llegar a morir con la ingesta de estas orugas.
Qué hacer
Cuando se note alguno de estos síntomas o bien se tenga la sospecha de que el perro ha podido entrar en contacto con la procesionaria, es importante acudir urgentemente al veterinario para que le ponga un tratamiento, que suele estar basado en corticoides.
Igualmente, puede ser necesario que le haga un lavado de la boca y la prescripción de otros tratamientos en función de los síntomas y la afección de la procesionaria en el perro.
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