¿Tú gata va a tener cachorros? Pues puedes estar tranquilo, ya que lo normal es que todo vaya sobre ruedas. Sin embargo, deberás estar atento por si surge algún problema y debes llamar a un veterinario. Es importante que estés aún más alerta si tu mascota es una persa, ya que es la raza que más problemas tiene durante el parto por culpa del tamaño de las crías.
Hoy en Animal Mascota queremos hablarte de todos los problemas que pueden surgir durante el parto de la gata. ¿Nos acompañas?
Durante el parto
Una de las cosas que puede suceder durante el parto de la gata es que el tiempo que transcurre entre la expulsión de cada cría sea superior a 4 horas. En estos casos, será necesaria la ayuda de un veterinario. También puede ocurrir que la gata tenga fiebre durante el parto, lo que puede indicar algún tipo de infección. Por supuesto, también será señal de alarma si, durante el parto, la gata sangra de forma abundante (expulsar el líquido placentario de color rosáceo sí que es normal). Además, puede pasar que quede algún animal dentro del útero. Por eso, es necesario hacer una ecografía a la gata durante el embarazo para saber cuántos cachorros tiene en el interior.
Por otra parte, es importante que tengas en cuenta que, durante el proceso, el animal no debería mostrarse inactivo, adormilado o decaído.
Tras el parto
También puede suceder que, tras el parto, la gata expulse un líquido de color oscuro y de muy mal olor. Esto puede indicar que existe una infección en el útero o que hay algún cachorro en el interior. Deberás acudir al veterinario si la cantidad del flujo no disminuye con los días.