En ocasiones, los perros tienen comportamientos que llaman la atención como el acto de lamerse las patas. Anteriormente, ya habíamos comentado que es un gesto que responde a causas físicas, pero también hay otra serie de motivos que explican esta actitud y comportamiento, que conviene conocer y controlar. Se trata así de factores psicológicos. ¿Cuáles son? ¿Hay que prestar atención? ¿Qué puede hacerse? Aquí damos las pautas más importantes.
Cronificación
El origen de que el perro se lama las patas puede estar relacionado con una causa física ante la que comenzó a tener este comportamiento para aliviarse. Sin embargo, esto puede convertirse en un hábito que el can mantiene a pesar de que esa patología o afección física haya desaparecido.
De este modo, es importante tratar ese componente psicológico porque, en estos casos, este hábito no desaparecerá por si solo y hará más complicado el tratamiento por granulomas acrales por lamido. Una enfermedad que es más habitual en perros machos de razas grandes, que viven en el exterior y pasan mucho tiempo solos.
Son mascotas que entran así en un círculo vicioso que se cronifica y que requieren un tratamiento conjunto para abordar a la vez la parte psicológica del lamido y la enfermedad física.
Ansiedad o estrés
El lamido de patas también puede responder a problemas de ansiedad o estrés. Esto es más habitual en perros que pasan muchas horas solos, así como en aquellos canes que son muy nerviosos o muy activos.
Igualmente, es frecuente esta conducta en las mascotas que hacen poco ejercicio o que no tienen estímulos, necesitando así canalizar el desorden emocional que tienen y que manifiestan a través de ese lamido de patas que hacen de manera compulsiva.
En estos casos, un educador o etólogo puede ser de gran ayuda para modificar los hábitos del perro e introducir rutinas o hacer cambios en su día a día que no favorezcan este tipo de conductas. Importante es detectar qué le genera estrés o ansiedad al perro para ponerle solución.
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