Los perros cuando son cachorros pueden tener comportamientos que sorprenden un poco. Dentro de ellos está el hecho de que muerdan a las personas que convivan con ellos. Es un gesto que conviene comprender porque no siempre es sinónimo de una conducta agresiva. En la mayoría de las ocasiones está relacionado con su proceso de desarrollo, aunque también es una forma de jugar. De todos modos, conviene solucionar y evitar esta costumbre para que no se convierta un problema cuando el cachorro crezca. ¿Qué hacer? Aquí contamos algunos trucos.
Consejos
Una de las maneras más efectivas de evitar que el cachorro muerda a las personas es mostrarle su rechazo a este gesto cuando ya se empiece a notar que tiene la intención de hacerlo.
La clave está en imitar el comportamiento que pueden tener otros animales de compañía u otros cachorros cuando otro les muerde. Esta reacción suele contener quejidos, ladridos y con el fin del juego.
De este modo, cuando el perro empiece a jugar o se aprecie que tiene la intención de morder, lo mejor es quejarse como haría cualquier otro animal. Y esto incluye también expresiones sonoras como una queja o lamento para que el perro note también que nos disgusta con esta llamada de atención. A continuación, se debe poner fin al juego o a lo que se esté haciendo durante un rato para que tenga una mayor conciencia de que no ha actuado bien.
Cuando se retome el juego o el contacto con él nuevamente, lo mejor es reorientar la mordida hacia otros objetos. Por ejemplo, lo más aconsejable es utilizar juguetes específicos para perros y que han sido diseñados para ser mordidos.
En este caso, hay que tener paciencia porque es como un entrenamiento hasta que el perro deje de morder a las personas. De hecho, se tiene que trabajar de forma periódica y continuada hasta conseguirlo. Al fin y al cabo se trata de educarlo para que no muerda.
Artículos relacionados: