Enfermedad del arañazo de gato


La enfermedad del arañazo del gato no es una enfermedad muy conocida. No es muy habitual padecerla ni es peligrosa en caso de ser contagiado. Sin embargo, siempre es bueno saber de su existencia y conocer algo acerca de ella.

La bacteria “Bartonella henselae”, un microorganismo presente en cuarenta de cada cien gatos, es la causante de esta enfermedad que se transmite al ser humano por el arañazo de un gato. Esta bacteria se encuentra en la saliva de algunos de estos animales. De forma que cuando ellos mismos se acicalan y se lamen sus pezuñas por ejemplo, esta bacteria pasaría desde su lengua al pelo e incluso a sus garras.

La infección de los seres humanos no sólo puede producirse si se ha recibido un arañazo por parte del animal. Podríamos infectarnos también con un lamido o una mordedura de un gato portador de esta bacteria. Sin embargo, el contagio de persona a persona no es posible. Pero no hay que alarmarse porque se cree que los cada gato únicamente puede transmitir esta enfermedad durante dos o tres se manas de su vida. Es por ello por lo que esta infección es poco frecuente.

Normalmente el primero de los síntomas son unos pequeños granos rojos que aparecen cerca del lugar donde se produjo el arañazo o la mordedura. Generalmente esto aparecerá una semana después de producirse la lesión y los granitos podrán permanecer durante unas semanas. Posteriormente se infamará y esta hinchazón podrá permanecer hasta desde los dos meses hasta el año. Puede producir fiebre, dolor de cabeza o falta de apetito, y en raras ocasiones conjuntivitis, neumonía o hepatitis. En general, esta enfermedad no es grave e incluso puede curarse por sí sola.

Tipos de tos en un gato


La tos en los gatos viene producida generalmente por una irritación o por una cierta presión en la laringe. Esta irritación la pueden producir diversos agentes infecciosos. Desde los virus, bacterias y hongos. Hasta algunos irritantes que el gato inhale como el humo o productos químicos. Hay que tener en cuenta también las semillas o las pequeñas partículas de alimento que se le hayan podido quedar a nuestro animal en la garganta, así como las posibles alergias que pueda tener nuestro gato.

Podemos distinguir además diferentes tipos de tos en nuestra mascota. A continuación se detallan con sus respectivas causas:

– Tos causada por una enfermedad respiratoria viral. Vendrá acompañada de fiebre, respiración ruidosa y estornudos.

– Tos causada por las anginas. La tos será débil y estará relacionada con la acción de tragar o de lamerse el animal. Será causa de una infección bacteriana o vírica.

– Tos característica de una bronquitis aguda. Será una tos seca y bastante fuerte.

– Tos por la aparición de fluidos o flemas en los tubos bronquiales. Para saber si es este el caso de nuestra mascota deberemos finarnos en si su tos es burbujenante y húmeda o no.

– Y por último la tos típica del asma. El animal tendrá dificultades para respirar y una tos profunda y silbante.

Si nuestra mascota tose de vez en cuando en principio no habría por qué preocuparse. El problema sería si nuestro gato tose de manera habitual. Si se da el caso entonces habría que observar y estudiar su tos para conocer las posibles causas de ella. Es importante tener en cuenta a la hora de observar esta tos la edad de nuestro animal, el momento en el que tose o el estado general del animal.

Doga: una nueva forma de relajar a nuestro perro


¿Quién nos asegura que nuestros perros no sufren el estrés que sufrimos nosotros? Son unos animales que se han amoldado a vivir en nuestro mundo. Un mundo lleno de prisas y en el que apenas hay tiempo para la relajación. Ellos viven y comparten nuestra vida llena de estrés por todas partes.

Por si acaso fuera cierto esto de que nuestras mascotas se estresan, se ha inventado lo último en relajación canina. El Doga, un nombre proveniente de las palabras Dog -perro en inglés- y Yoga. No es más que lo que nosotros conocemos como Yoga, pero en este caso para perros. O mejor dicho, Yoga con perros. La idea surgió hace unos años en Estados Unidos cuando una instructora de Yoga observó como su perro se relajaba en las clases. Fue entonces cuando decidió incluirle en sus sesiones.

La agresividad, la conducta destructiva, la hiperactividad o la ansiedad son algunos de los problemas causados por el estrés que sufren los perros. Así el objetivo del Doga sería como lo es del Yoga, la relajación. Para ello es necesario establecer una conexión profunda entre dueño y animal que permita alcanzar esa máxima relajación. Según la experiencia de algunos que ya lo han probado, al parecer se logra una mayor conexión entre ambos, y los dos consiguen alcanzar una gran concentración y esta relajación profunda de la que hablamos.

No hay que entender el Doga como un adiestramiento como tal, pero sí puede resultar útil para aplicar y reforzar algunas de las habilidades que el animal ya había adquirido. Por ejemplo mejorar la concentración y obediencia del perro o reforzar nuestro vínculo con el. Resulta curioso además observar como muchas de las posturas que nosotros realizamos cuando practicamos Yoga, son realizadas también por nuestras mascotas de una manera totalmente natural.

La ceguera en las tortugas

La mayor parte de las enfermedades que sufren las tortugas tienen como causas o bien las deficiencias ambientales (que la temperatura del agua no sea la correcta, que esté sucia, etc.), o bien las carencias nutricionales (falta de vitaminas, alimentación poco variada o falta de calcio). Una de las enfermedades más comunes, si no la más común, en estos pequeños animales de agua es la ceguera. Las tortugas de menor edad serán las más propensas a padecerla.

Esta ceguera en realidad consiste en una oclusión o cierre del ojo, causada por una inflamación y un endurecimiento de sus párpados, así como una degeneración de los mismos. Lo que le hace imposible al animal abrir sus ojos. De esta forma la ceguera en principio no tendría por qué afectar a los ojos. En estos casos, a pesar de la ceguera, los ojos permanecerían totalmente sanos, ya que estos quedarían encerrados bajo sus párpados, motivo por el cual no pueden ver. Así pues sus ojos no se verían afectados. Pero la tortuga si queda totalmente ciega, lo que no le permitiría alimentarse ya que no vería donde encontrar el alimento. La tortuga podría morir así de inanición.

Las causas de esta ceguera son varias. Una de las cosas que pueden influir en ello y afectar por tanto al animal es la propia agua del grifo. Esta es una gua rica en cloro, una sustancia que para las tortugas puede resultar perjudicial. Por eso es mejor utilizar un agua sin clorar o tratar el agua del grifo con un anticloro. Pero este no es la única causa de una ceguera, ya que pueden afectar también la carencia de vitamina A, o la infección causada por ciertos hongos que puedan aparecer en su hábitat.

Para darte cuenta de si tu tortuga sufre ceguera sólo tienes que mirarle los parpados, ya que si está enfermo estos estarán además de cerrados, muy inflamados y blanquecinos. Es una enfermedad que puede llegar a curarse o cuanto menos mejorar. Para ello el animal deberá de ingerir vitamina A en forma compleja A-D-E. Podrás inyectársela bajo la cola o suministrárselas en gotas. Además de esto deberás también aplicarle una pomada especial sobre los ojos.

Qué pasa si tu mascota se traga algún objeto


Es muy habitual que nuestros perros y gatos, sobretodo cuando son cachorros, tengan tendencia a llevarse a la boca algunas de las cosas que se encuentran por casa. Llegando en ocasiones a tragarse pequeños objetos como pelotas, huesos, agujas e incluso calcetines. Evidentemente, a no ser que echemos en falta algún objeto que pululaba por la casa y que no encontramos, no será fácil que lleguemos a la conclusión de que aquello que no está por ninguna parte se encuentra en realidad en el estómago de nuestra mascota.

Una manera de detectar si nuestro perro o nuestro gato se ha tragado algo, es si se producen vómitos constantes después de que les hayamos dado de comer. Este es un síntoma claro de que a nuestro animal le ocurre algo en su estómago, y una posible causa de ello es que se hayan tragado algo que no debían. Este vómito además se producirá sin salivación ni arcadas, y el alimento no estará digerido ni teñido con la bilis del animal. Por lo que podremos detectar fácilmente lo que le sucede a nuestra mascota.

Si estos vómitos son prolongados, provocarán normalmente deshidratación. Si se llega a una perforación gástrica, nuestra mascota podría sufrir un shock. Es por tanto muy importante que si sospechamos que se han tragado algo les llevemos inmediatamente al veterinario. Si el objeto ha conseguido salir del estómago, será el propio animal el que acabe desechándolo aunque con la ayuda de algún laxante para evitar molestas obstrucciones intestinales.

Si por el contrario el objeto en cuestión se queda alojado en el estómago, la única manera de extraer el objeto sería mediante una endoscopia. Aunque visto así parezca todo muy aparatoso, por lo general los numerosos casos que se dan son leves, salvo que se llegue a producir la perforación gástrica de la que hablábamos. Lógicamente influirá también el tipo de objeto que nuestra mascota haya ingerido.

Cachorros huérfanos


Muchos de los que poseen gatos o perros como mascotas los aparean con otros de sexo contrario para que el ciclo de la vida continúe su curso. Una vez que los cachorros nacen es necesario que, al igual que todos los mamíferos, mamen de su madre durante un mínimo de entre seis y ocho semanas.

Pero en ocasiones la mala suerte invade a los recién nacidos, y pierden a su madre antes de que ese período termine, porque desaparece o muere, y la situación se complica. Para evitarlo debemos vigilar a nuestro animal en los días inmediatamente posteriores al parto ya que, especialmente los gatos, que son poco miedosos, pueden sufrir atropellos u otro tipo de accidentes.

Si a pesar de todo ocurre la desgracia los amos deben tener en cuenta que, si quieren salvar la vida de los cachorros huérfanos, el esfuerzo será grande, ya que tendrán que adquirir pequeños biberones y leche especiales para animales y encargarse de alimentarlos varias veces al día, que serán más o menos dependiendo del tamaño y la raza.

Aún así, debemos asumir que la vida de un cachorro sin madre siempre peligra y que las probabilidades de supervivencia son pocas, máxime si quedaron huérfanos a los pocos días de nacer, ya que la leche materna es, sin duda, la más adecuada para trasmitir a los perritos o gatitos los nutrientes necesarios para su crecimiento.

Por ello, y aunque es triste decirlo, debemos darnos con un canto en los dientes si salvamos a alguno de ellos. En el caso de que lo logremos, debemos continuar alimentándolos como al resto de cachorros, provocando el destete de forma paulatina y añadiendo, poco a poco, a su alimentación, primero papillas y después alimentos sólidos, aunque se recomienda que cada mascota siga una dieta específica marcada por su veterinario.

Las vacunas para los conejos


Al igual que el resto de mascotas, los conejos domésticos también pueden ser vacunados para prevenir algunas enfermedades. En el caso de estos animales, estas enfermedades ante las que habría que vacunarles serían tres. Por lo que actualmente son tres las vacunas que hay disponibles para los conejos. Lo más recomendable es hablar con el veterinario para que él te recomiende aquellas que son necesarias para tu mascota.

Una de estas tres enfermedades ante las que habría que vacunar a nuestra mascota sería la Mixomatosis. Esta vacuna está recomendada sobre todo en aquellos conejos que pasan bastante tiempo al aire libre, puesto que en estos ambientes es donde la enfermedad es más frecuente. Normalmente la vacuna se pone en primavera, y tendría una duración de unos seis meses. Posteriormente sería necesario repetir la vacunación cada año en esa misma época.

Los conejos pueden sufrir además ciertas afecciones respiratorias, bastante comunes y muy contagiosas, ya que nuestro conejo se podría contagiar tanto por contacto directo como indirecto con objetos contaminados por ciertas bacterias. Si nuestra mascota se infecta, mostrara depresión, perderá el apetito y tendrá dificultades para respirar. En principio es una enfermedad que se podría curar con antibióticos aunque probablemente recaerían. Para evitar esto se recomienda vacunarles en otoño cada año.

La última de las enfermedades ante las que debemos proteger a nuestros pequeños animales es la enfermedad vírica hemorrágica. Esta consiste en una diarrea muy grave y aguda, que afecta sobre todo a la especie de los conejos europeos. Generalmente causa la muerte súbita antes de las 36 horas posteriores a la aparición de fiebre. Es también una enfermedad muy contagiosa tanto por contacto directo como indirecto. La vacuna ha de inyectársela al animal en primavera, y durará su efecto seis meses.

Alergias más comunes en perros y gatos


Al igual que nosotros, nuestros perros o gatos pueden sufrir también algún tipo de alergia a algo que lees rodee en su vida cotidiana. Como ocurre entre los seres humanos, unos serán más propensos que otros a padecer este tipo de afección. El problema con nuestros animales de compañía es que nos resulta más difícil reconocer sus síntomas, por lo que nos cuesta más percatarnos de que nuestro animal padece algún tipo de alergia.

Hasta que la alergia no alcance un nivel muy elevado y sea más evidente (sarpullidos, dificultad de respirar o tos intensa) es muy probable que no nos percatemos. Ya que aunque nuestra mascota se queje, no entendemos lo que le pasa o lo que nos quiere decir. Los síntomas que pueden presentar estas alergias van desde ligeras hasta dolorosas molestias, que podrían incluso llegar a causar la muerte.

Con motivo de esto último, es conveniente conocer los tipos de alergias más comunes que pueden sufrir nuestros gatos, las posibles causas y como podemos prevenirlas.

Ácaros: habitan en nuestras alfombras, colchones, etc. y son sus excrementos los causantes de la alergia.

Hongos: aparecen en lugares húmedos tales como el baño o la cocina y sobre todo en los alimentos. Generan unas partículas que contaminan el aire que al respirarlo causaría la alergia.

Polen: polvo emitido por algunas plantas y trasportado por el viento. Es la típica alergia primaveral.

Alimentos: estas alergias las producen los componentes de algunos alimentos que ingieren nuestras mascotas y a los que pueden ser alérgicos. Estas alergias se solucionan con dietas de eliminación.

Picaduras: causadas por los diversos insectos que se encuentran en jardines, el campo y demás lugares abiertos. Si son alérgicos a sus picaduras, estas pueden llegar a producirles urticarias o tos, además de dificultades respiratorias o bajadas de tensión, llegando incluso hasta provocarles un shock anafiláctico que podría causar la muerte. Los collares o insecticidas son muy importantes para prevenir situaciones así.

El tratamiento para una serpiente enferma


Cada día es más habitual tener una serpiente como animal de compañía en las casas. Es importante pues conocer por lo menos lo más esencial sobre el tratamiento que ha de seguir nuestra mascota en caso de que se ponga enferma. Es cierto que las serpientes son unos animales que necesitan unos tratamientos complejos y que precisan de preparación. Por lo que es más aconsejable acudir directamente a un veterinario en el caso de que nuestra mascota enferme.

Habitualmente estos reptiles suelen mostrar los síntomas de su enfermedad cuando esta ya está muy avanzada. Estos síntomas comúnmente son la anorexia o la deshidratación. El principal objetivo del tratamiento que normalmente se sigue, consistirá pues en que la serpiente se vaya recuperando a través de su nutrición.

Antes de tratarlas con antibióticos hay que conseguir una cierta estabilización en el estado del animal, por lo que habrá que recurrir en primer lugar a un tratamiento a base de suero. Se tendrá en cuenta en este tratamiento el tipo de suero y la cantidad a suministrar al animal, la vía de administración, y por último el tiempo que será necesario para concluir con este tratamiento. El suero deberá ser calentado a unos 30º C, de no ser así la serpiente podría sufrir un shock.

Para administrarles este suero lo haremos a través de su bebedero o baños de agua tibia si nuestra mascota pone de su parte. En el caso de que esto no fuera así, no habría más remedio que suministrárselo a través de una sonda. Como hemos dicho al principio de este artículo, tratamientos de este calibre es más recomendable que los lleve a cabo un especialista que seguro que conoce mejor los posibles riesgos o que es lo mejor para nuestra mascota en cada momento.

La salud dental de tu perro


Para que un perro disfrute de una vida sana y feliz, es necesario mantener sus dientes y encías sanos. Aunque parezca que no lo necesitan, esto no es así. Si queremos evitar numerosos problemas asociados, es muy importante prevenir la aparición de sarro, algo que es muy frecuente sobre todo en determinadas razas.

Normalmente las enfermedades dentales aparecen como causa de los depósitos de placa que se van formando en la boca de los perros. Estos depósitos se forman con facilidad debido a la acumulación de células viejas, de saliva o de bacterias, que se irán depositando entre los dientes. Cuando estos depósitos de placa se endurecen, se forma entre los dientes lo que conocemos como sarro, un material marrón y maloliente.

Si estos depósitos de sarro que se han formado en la boca del animal no son eliminados, van a dar lugar a problemas como la gingivitis o la periodontitis. La gingivitis es la inflamación de las encías provocada por la aparición de ciertas bacterias. Si esta inflamación llegara a afectar a los tejidos más profundos de su boca provocaría una periodontitis o lo que es lo mismo la destrucción de los huesos y ligamentos que sujetan sus dientes. Estas enfermedades suponen la aparición de mal aliento, dolor, sangrado de encías y hasta la caída de los dientes. Si las bacterias proliferan pueden llegar a acceder a la sangre, lo que causaría una grave infección en ciertos órganos como el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado o el sistema nervioso central.

Para evitar problemas de tan gran magnitud es necesario mantener un cierto cuidado de la dentadura de nuestras mascotas. Cepillarle los dientes de forma regular utilizando un dentífrico especial para perros – nuestro dentífrico no es conveniente utilizarlo, si llega a ingerirlo podría causarle alteraciones gastro-intestinales – es la solución más eficaz. Sin embargo, si resulta difícil el cepillado se pueden emplear geles, sprays o huesos limpiadores.