Mascotas y bebés


La llegada de un bebé es siempre un gran acontecimiento en cualquier hogar que trastoca la vida de todos sus miembros, y nuestra mascota no es una excepción. Dados los cambios que implica este hecho en la rutina familiar, es necesario prestar atención a nuestra mascota y mostrar una especial comprensión con ella, ya que necesitará tiempo para adaptarse al nuevo miembro de la familia. Una vez lo haya hecho, será una compañía fabulosa para nuestro bebé.

Si tenemos perro, el cuidado del bebé implica dedicar menos tiempo a nuestra mascota. Para evitar celos , deberemos ir introduciendo hábitos en la rutina del animal como mínimo un mes antes de la llegada del bebé, indicándole que no debe ladrar, jugando menos tiempo con él o irlo acostumbrando a que no debe dormir en la misma habitación que el bebé, si normalmente le permitimos dormir con nosotros.

En el caso del gato, su independencia hará que se adapten más rápido a esta situación, pero su curiosidad los puede impulsar a estar cerca del bebé para investigar qué es, subiéndose a la cuna o saltando sobre ti cuando lo tengas en brazos. Dado que lo pueden dañar por accidente, es conveniente poner sobre la cuna una malla protectora de forma que el gato no pueda entrar en ella.

Las mascotas temen sobre todo el rechazo, por lo que es muy importante que les hagas saber que no han sido sustituidos por el bebé, de forma que les sigas dedicando el tiempo y la atención que precisas. Intenta repartir la atención cuando estés con el recién nacido, de forma que no lo vean como un competidor.
Es necesario que lleves a tus mascotas al veterinario para que les hagan un chequeo completo, les desparasiten y ponerlos al día de sus vacunaciones.

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