Hay perros que tienen mala conducta por más que se les haya intentado educar. Seguramente, esto es debido a que no se ha elegido un buen método para hacerlo. Es habitual que se intente enseñar al can mediante el sistema que se basa en que uno es el dueño y que el perro está por debajo, dando paso a una relación de dominación por parte del amo y de sumisión del can. Esta situación puede estar detrás de muchos casos de malas conductas del animal de compañía, que pueden evitarse y corregirse con el método Tellington Touch. Pero, ¿en qué consiste?
El sistema
El método Tellington Tocuh supone un cambio bastante importante a la hora de educar a los perros. Su sistema se basa en aliviar todas las tensiones que genera en la mascota esa sensación de dominación por parte del amo y de tener que ser un can sumiso.
Esas tensiones son muchas veces las que están detrás de esa mala conducta que no se debe a una obstinación o la falta de interés por aprender del perro. A veces, ni siquiera es por un mal adiestramiento. Incluso, el can puede tener esa sensación por la propia correa que lleva.
Para evitar esas tensiones, el método Tellington Touch emplea los masajes para aliviar físicamente esa tensión del perro. Con este sistema, se consigue que el perro pueda comportarse bien al hacerle partícipe de la amistad y respeto, mientras se eliminan las barreras jerárquicas que se establecen en el adiestramiento clásico.
Este sistema tiene la ventaja, además, de que permite fomentar los lazos entre el dueño y el perro, aumentando la confianza entre ambos y también, y sobre todo, en el animal de compañía.
Cómo funciona
Con este método, se trata de identificar las zonas de tensión del cuerpo del perro y de realizar una serie de toques corporales, a modo de masajes, con el fin de liberar el estrés y las tensiones.
La aplicación de este sistema no siempre es fácil al principio. Si el perro tiene tensión, será reacio a ser tocado. También las tensiones se detectan por problemas de equilibrio –se confunde con obstinación-, y por un exceso de energía que el can no sabe canalizar.
De este modo, habrá que ir poco a poco para conseguir aproximarse al perro, poder tocarle y que vea que no va a sufrir ningún daño. Y, sobre todo, se debe tener paciencia porque los resultados se notan en el medio plazo.
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