Aunque no llegan a la popularidad de gatos y perros, los conejos se han convertido en uno de los animales de compañía favoritos de los humanos. Y es que, entre otras cosas, se encuentran entre las mejores mascotas para niños.
Los conejos que viven en su hábitat natural deben protegerse de sus enemigos, por lo que disponen de unos órganos sensoriales muy desarrollados. Hoy te contamos más detalles sobre cada uno de ellos. ¿Te gustaría acompañarnos?
Vista
La vista no es el sentido más desarrollado de los conejos, pero lo cierto es que estos roedores ven bastante bien. De hecho, al tener un ojo a cada lado de su cabeza, tiene un campo de visión de casi 360 grados. Y aunque la visión de este animal en las distancias cortas es limitada, pueden detectar movimientos a larga distancia. Eso sí, no reconocen colores. Además, con el paso de los años pierden capacidad visual y pueden presentar cataratas.
Olfato
Uno de los sentidos más desarrollados de los conejos es el olfato. De hecho, poseen 100 millones de células olfativas. Gracias a su nariz pueden identificar marcas olorosas a la perfección y distinguir su sexo.
Oído
Los conejos también tienen muy desarrollado el sentido del oído. Cuentan con dos grandes pabellones auditivos que pueden orientar a su antojo. Además, son capaces de escuchar sonidos casi imperceptibles.
Gusto
A pesar de tener una lengua pequeña, estos roedores son capaces de diferenciar diferentes sabores: salado, dulce, amargo y ácido. Eso sí, parece ser que estos animales prefieren lo dulce y amargo.
Tacto
Por último, vamos a hablar del tacto, un sentido que sobre todo tienen desarrollado en el hocico y sobre los ojos. Los receptores cutáneos de estas zonas les permiten orientarse a pesar de su escasa visión de cerca.
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