Siempre debes estar pendiente de tu mascota, sobre todo si todavía es un cachorro. Los pequeños no suelen tener miedo a muchas cosas ni preocuparse de si hace frío o calor. Ellos sólo quieren divertirse sea, cuales sean las consecuencias. El frío puede ser un gran enemigo para los pequeños así que, aquí tienes unos consejos que te pueden ayudar:
– Mantén a tu cachorro calentito
Por muy bien que se lo esté pasando, no los dejes fuera durante períodos prolongados cuando haga frío. Aunque no lo creas, la hipotermia y la congelación son dos peligros que le pueden afectar directamente. Fíjate en sus temblores.
– Patas libres de nieve
La nieve que se introduce entre las almohadillas de las mascotas puede producirles dolores e incluso heridas. Recuerda que cuando hace mucho frío, se suelen echar productos químicos por algunas zonas para evitar la congelación de la calzada así que vigila que come o chupa tu cachorro.
– Mantenle lejos de sitios congelados (fuentes, ríos…)
Es muy fácil que los pequeños intenten curiosear y terminen cayendo dentro debido a la rotura del hielo.
– Vehículos especiales para la nieve
Si estáis en una zona donde se pueden llegar a utilizar motos para la nieve lo mejor es que no sueltes al cachorro. Llévalo atado ya que un pequeño despiste puede producir un accidente.
– Caminatas
Si ves que el cachorro no quiere seguir caminando por zonas en las que hay hielo o nieve, lo mejor es que intentes cogerle en brazos y no le fuerces a seguir.