Ya se está notando la llegada del otoño con días más frescos y menos soleados. Es una época del año en la que las personas tienen que abrigarse un poco más. El cambio de temperatura no solo afecta a la gente, también a las mascotas. Los animales de compañía necesitan prepararse para el cambio de estación para no poner en riesgo su salud. Un cuidado en el que su pelo tiene especial importancia.
El papel del pelo
El pelo en el perro tiene un papel protector en la mascota porque lo protege de las condiciones climáticas tanto en invierno como en verano. De hecho, es la única manera que el animal de compañía tiene para protegerse tanto del calor como del frío porque su piel sin el pelaje no está preparada para nada más.
¿Cortar o no cortar?
A la hora de decidir cortar o no el perro a la mascota influyen varias cuestiones. Una de ellas es su raza porque en algunas de ellas nunca o no es necesario que se corte su pelaje ni en invierno ni en verano.
En otras razas, por el contrario, se corta el pelo durante todo el año. Entre las más frecuentes está el Bichón Maltés, el Cocker, el Yorkshire o el Fox Terrier.
Y, ¿cómo se sabe si se debe cortar o no el pelo? Aparte de la raza, lo primero y principal que hay que tener en cuenta es conocer bien las rutinas y el hábitat en el que se desenvuelve el día a día del perro.
En general, una de las máximas a seguir es que si su temperatura corporal no es inferior a 15 grados centígrados, no hay que cortarles el pelo. No obstante, hay una salvedad: sí hay que cortar el pelaje si se aprecia en la mascota temblores, molestias o algún cambio de actitud.
Otro de los factores a valorar es el tamaño del perro y su nivel de grasa. En aquellos perros que tienen grasa bajo la piel y tienen buena salud, se puede cortar el pelo porque esta capa actúa como protectora del frío. No obstante, también depende de la zona en la que viva el animal y de las temperaturas que debe soportar.
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