Dentro de las mascotas, siempre hay algunas que parece que se llevan mejor que otras con una persona. Es una situación que no es extraña. De hecho, es más común de lo que parece. Una nueva investigación de la Universidad de Guelph ahonda en estas relaciones arrojando un dato muy curioso. Y es que gatos y mujeres son los mejores amigos porque entienden muy bien el estado emocional.
El estudio
Este estudio se ha centrado en evaluar los estados negativos en los animales, incluyendo algunos concretos como la frustración y el medio, además de tener en cuenta todos aquellos estados emocionales que son positivos.
Este análisis permitió constatar que las mujeres y las personas con experiencia veterinaria eran especialmente buenas y tenían más habilidades para reconocer las expresiones de los gatos. Es una particularidad que se apreció incluso en el grupo de personas que indicaron previamente que no tenían ni sentían un apego especial por los gatos.
El estudio evidenció que las mujeres eran “susurradores de gatos” porque tenían capacidad de descifrar diferencias sutiles en las caras de los gatos, que reflejaban su estado de ánimo.
Según los investigadores este aspecto es especialmente importante porque detectar las expresiones faciales de los animales es clave para evaluar su bienestar. No obstante, es una habilidad sobre la que el equipo de investigación considera que se puede entrenar a las personas.
Para llegar a estas conclusiones, el estudio trabajó con más de 3.600 personas de 85 países, quienes vieron 20 vídeos cortos de gatos de YouTube y a los que se les pidió completar una serie de cuestionarios online.
En los vídeos, se veía cómo los gatos experimentaban estados emocionales positivos o negativos. Además, cada clip estaba enfocado a la cara del gato, prestando especial atención a sus ojos, hocico y boca. Ninguno de los gatos dio muestras de expresiones claras de miedo como dejar los colmillos al descubierto u otros gestos más conocidos.
Nuevo avance
Este estudio supone un avance importante porque hasta ahora todas las investigaciones se habían centrado en lecturas en las caras de los gatos en relación a las expresiones de dolor.
Esta investigación es la primera que evalúa más estados emocionales de los animales, teniendo en cuenta tanto aquellos que son positivos como negativos.
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