La limpieza del abrevadero o el cubo dónde bebe agua nuestro caballo parece una tarea fácil, pero requiere más que sentido común. Para mantener la fuente de agua libre de enfermedades y accesible al animal se requiere atención frecuente y mantenimiento. Los propietarios de caballos tienden demasiado a menudo a descuidar el mantenimiento de los canales y muchas veces llenan el lugar de agua no demasiado limpia, lo que puede ser perjudicial para el caballo.
Si estamos mucho tiempo sin lavar el recipiente, se puede ir acumulando saliva y restos de comida masticada, junto con otros desechos como arena, algas y excrementos de aves, que pueden ser muy dañinos para el caballo. Antes de llenar el recipiente de agua es muy importante limpiarlo de manera correcta. Una vez que esté limpio, hay que tener en cuenta la cantidad de agua que el animal necesita y cada cuanto.
Dependiendo del tamaño de la cubeta y del número de caballos que la utilicen será necesario que se revise a diario o cada dos días para ver la cantidad de agua que les queda y el mantenimiento. Para limpiar la cubeta, utilizaremos una pequeña cantidad de agua limpia y unos chorritos de jabón líquido junto con un cepillo de cerdas duras para limpiar toda la superficie interior. Es mejor utilizar instrumental de fibra natural, como los de las escobas de casa.
Utilizando un cepillo grande tardaremos menos y no rayaremos el interior al ser de fibra natural. Siempre prestaremos más atención a las ranuras angulares y a las uniones. En estos lugares el moho puede pasar fácilmente desapercibido.