De entre todos los deportes que puedes practicar con tu perro, sin duda uno de los más divertidos y más curioso es el denominado Freestyle canino, que consiste, ni más ni menos en bailar con tu perro, es decir, representar entre ambos una coreografía musical, siempre teniendo como objetivo que tanto tú como tu mascota os divirtáis de lo lindo, al tiempo que demostráis vuestro sentido del ritmo, ya que este deporte, como no podía ser de otro modo, se realiza al ritmo de la música.
Este deporte nació en los años 80 y tiene la ventaja de que pueden participar en él los perros de cualquier edad, no como ocurre en otras disciplinas como el Agility, ya que en el Freestyle la exigencia física depende del potencial de cada perro, y la coreografía y los movimientos se pueden adaptar a las características del animal.
Es importante saber que el Freestyle no tiene nada que ver con la imagen del caniche vestido con tu-tú dando vueltas sobre sí mismo. Este deporte no supone una humillación para el animal, y aunque el entrenador puede ir disfrazado, esto no es así en el caso del perro.
Podemos idear la coreografía que queramos con la música que más nos guste, pero es necesario tener en cuenta que existen una serie de movimientos obligatorios que debemos realizar si queremos competir.
Algunos de estos son:
– Cambios de paso: Tan sencillo como que tu perro se mueva más rápido o más despacio, siguiendo el ritmo de la música.
– Caminar hacia atrás y hacia los lados: Aunque resulte raro, integrados en una coreografía resultan realmente espectaculares.
– Heeling: Cuando tu perro camina pegado a ti, ya sea a la derecha, la izquierda o detrás.
Así que, si te gusta bailar, no lo dudes y practica el Freestyle con tu mascota.