Qué pasa si tu mascota se traga algún objeto


Es muy habitual que nuestros perros y gatos, sobretodo cuando son cachorros, tengan tendencia a llevarse a la boca algunas de las cosas que se encuentran por casa. Llegando en ocasiones a tragarse pequeños objetos como pelotas, huesos, agujas e incluso calcetines. Evidentemente, a no ser que echemos en falta algún objeto que pululaba por la casa y que no encontramos, no será fácil que lleguemos a la conclusión de que aquello que no está por ninguna parte se encuentra en realidad en el estómago de nuestra mascota.

Una manera de detectar si nuestro perro o nuestro gato se ha tragado algo, es si se producen vómitos constantes después de que les hayamos dado de comer. Este es un síntoma claro de que a nuestro animal le ocurre algo en su estómago, y una posible causa de ello es que se hayan tragado algo que no debían. Este vómito además se producirá sin salivación ni arcadas, y el alimento no estará digerido ni teñido con la bilis del animal. Por lo que podremos detectar fácilmente lo que le sucede a nuestra mascota.

Si estos vómitos son prolongados, provocarán normalmente deshidratación. Si se llega a una perforación gástrica, nuestra mascota podría sufrir un shock. Es por tanto muy importante que si sospechamos que se han tragado algo les llevemos inmediatamente al veterinario. Si el objeto ha conseguido salir del estómago, será el propio animal el que acabe desechándolo aunque con la ayuda de algún laxante para evitar molestas obstrucciones intestinales.

Si por el contrario el objeto en cuestión se queda alojado en el estómago, la única manera de extraer el objeto sería mediante una endoscopia. Aunque visto así parezca todo muy aparatoso, por lo general los numerosos casos que se dan son leves, salvo que se llegue a producir la perforación gástrica de la que hablábamos. Lógicamente influirá también el tipo de objeto que nuestra mascota haya ingerido.

Consejos para comprar un pez sano


Cuando compramos a nuestra mascota, una de las cosas en las que nos fijamos es que sea un animal saludable. En algunos puedes darte cuenta a simple vista de si el animal que nos quieren vender está sano o no. Sin embargo hay algunas especies de animales con las que eso no es tan fácil, pues se requieren algunos conocimientos específicos sobre el animal en concreto. Esto puede ocurrir por ejemplo en el caso de los peces. Llegamos a la tienda, los vemos a todos dentro de las peceras y elegimos uno sin más. No prestamos demasiada atención a su estado y deberíamos hacerlo.

A la hora de comprar un pez es importante estar al tanto de si el que nos ha gustado y el que queremos comprar está completamente sano. Hay algunos aspectos que son importantes para darnos cuenta de ello. En primer lugar hay ciertas muestras físicas que denotarían la buena salud del animal. En condiciones normales un pez estará sano si su cuerpo está brillante y no pálido o desvaído. Si se aprecian en el llagas, descamaciones, manchas o forúnculos, son síntoma claro de la mala salud del pez.

Hay que comprobar además que no estén en peceras con parásitos, y que no haya ningún tipo de afecciones por virus en ellas. Por otro lado, sus ojos reflejan también su salud, pues no deben estar nublados ni salientes. Sus aletas deben estar erguidas e intactas, y sus escamas planas y suaves. Además no han de estar ni muy hinchados ni muy hundidos.

Si nos fijamos en su comportamiento, los peces sanos son aquellos que respiran sin tragarse el aire y sin subir a la superficie sacando la boca fuera del agua. El movimiento de sus branquias no ha de ser excesivamente rápido si lo comparamos con el del reto de peces en la tienda, ya que esto podría ser consecuencia del estrés. Por último, un pez sano suele nadar en sentido horizontal y no se arrastra por las esquinas ni se esconde. Vistos todos estos consejos, ya puedes ir a una tienda y observarlos.¡Ya estás listo para comprar un pez sano!

Chequeos rutinarios: cómo observar la salud del perro a diario


Prácticamente todos abrazamos y acariciamos a nuestros perros cada día; les encanta y a nosotros también. Es muy sencillo aprovechar y convertir este acto natural en una inspección física corta, fácil y diaria; es una manera eficaz de detectar pequeños problemas que cogidos a tiempo pueden ser muy fáciles de resolver. Empezaremos por la cabeza y seguiremos por el cuerpo.

Vigilar que mantenga los ojos brillantes. Algunas razas tienen legañas por la mañana, pequeñas partículas duras de lágrimas secas que se quedan adheridas al pelo que rodea los ojos del animal. Normalmente se pueden retirar suavemente con el dedo, pero si están muy pegadas, se puede utilizar un algodón empapado en agua tibia.

Observar si las orejas están limpias. Los perros a los que les crece pelo en los canales auditivos, como los caniches o los terrier, son propensos a la acumulación de cera, lo que puede llevar a infecciones. Hay que levantar cada oreja y comprobar que no haya ningún olor raro, cera o inflamación.

Comprobar que los dientes y encías estén sanos. Es conveniente levantar el labio superior cada día para comprobar que las encías tienen un aspecto sano y rosado. La placa dental se puede acumular rápidamente, sobre todo en las razas pequeñas.

Confirmar que la piel y el pelo se mantienen frescos. Acariciando con las manos al perro por todo el cuerpo podremos notar si hay algún bulto extraño, o si es reticente a que le toquemos alguna parte porque pueda tener alguna molestia o dolor. Cualquier sensación pegajosa o de pelo apelmazado puede indicar alguna infección cutánea, y la piel, al apartar el pelo, no debe tener demasiada descamación.

Es bueno acostumbrarse a hacer este pequeño “chequeo” diariamente a nuestro perro, y acostumbrarlo a él; así podremos notar rápidamente cualquier variación preocupante y consultar con rapidez al veterinario.

Enfermedades más comunes de la iguana


Como con cualquier mascota, la mejor forma de asegurarnos de la buena salud de nuestra iguana es observándola. Si deja de comer, tiene mucosidad en la boca o la nariz, respira con dificultad o sus miembros están entumecidos, es probable que esté enferma. Estas son algunas de las enfermedades más habituales en las iguanas:

Parásitos
Pueden ser internos o externos. Los parásitos internos provocan falta de apetito, no suelen implicar gravedad. Más problemáticos son los parásitos externos, en general ácaros que ocupan la boca y los ojos de la iguana. Para eliminarlos hay que usar acaricidas.

Infecciones cutáneas
Se producen por exceso de humedad o falta de higiene. Hay que lavar con cuidado la zona de piel afectada y, para evitar que vuelva a suceder, mejorar las condiciones del terrario.

Falta de calcio
Las iguanas tienden a padecer una enfermedad en su metabolismo que les impide absorber bien el calcio. Los síntomas de esta enfermedad son la inflamación de las patas traseras de la iguana. Para evitarlo basta con añadir calcio en polvo a la dieta de nuestra iguana.

Quemaduras
A veces, por accidente, nuestra iguana puede acercarse demasiado a la fuente de calor del terrario y quemarse. Observa bien la quemadura, si es pequeña se curará por sí misma, pero si es grave debes llevar a tu iguana al veterinario.

Infecciones respiratorias
Si tu iguana tiene mucosidad, los ojos cerrados y problemas para respirar bien, es probable que tenga una infección respiratoria. Debes reaccionar rápido e ir al veterinario, pues las iguanas son muy sensibles a esta enfermedad que, además, es contagiosa. Para evitarla, lo mejor es aumentar la temperatura del terrario.

Síntomas de que tu gato no está bien


Existen tres síntomas ineludibles, que te pueden indicar que tu gato puede estar sufriendo algún tipo de dolencia o enfermedad:

– Ojos rojos
Los ojos rojos pueden ser un síntoma de algún tipo de infección. Pueden producirse por diferentes enfermedades, incluyendo las relacionadas con las diferentes partes del ojo: párpado exterior, tercer párpado, la conjuntiva, la córnea, etc. También puede ser un una señal de que el animal padece de glaucoma (presión elevada dentro del ojo) u otras enfermedades de la órbita (cavidad del ojo). El color rojizo, puede aparecer sólo en uno de los ojos.

– Tos
La tos es un problema relativamente frecuente en los gatos. La tos es un reflejo de protección muy común que se encarga de la eliminación de las secreciones o cuerpos extraños de la garganta, laringe, y/o las vías respiratorias. Afecta al sistema respiratorio, obstaculizando la capacidad de respirar adecuadamente. Las causas más comunes son la obstrucción de la tráquea, la bronquitis, neumonía, etc. Lo mejor, es que acudas al veterinario para que te diga a que se debe esa tos.

– Diarrea con sangre
La sangre en las heces, a veces, es difícil de distinguir, ya que suele salir con un color bastante negruzco. La sangre más negra es la que te puede sugerir peores enfermedades. El sangrado del colon o del recto se presenta con una sangre más rojiza. La diarrea con sangre debe ser evaluada por su veterinario lo más pronto posible.

Problemas de cadera en los perros


Los problemas de cadera son bastante frecuentes en los perros. Normalmente, este problema se desarrolla más en las razas más grandes, aunque el resto de razas, tampoco está exento de sufrirlo. El problema más común es la displasia de cadera y se cree que suele producirse por motivos genéticos. Una «laxitud» en la cadera hace que la articulación comience a doler. Algunos de los síntomas son:

– La cojera en una o ambas patas traseras
– Dolor o molestias durante o después del ejercicio
– Marcha anormal, es decir, tu perro puede saltar como un conejo en vez de caminar o trotar
– Disminución en la actividad
– Dificultad para ponerse de pie o caminar después de levantarse

Tu veterinario tendrá que hacer unas radiografías para determinar si la displasia de cadera está realmente presente en el animal. Si es así, él será el encargado de mandarte el tratamiento adecuado para tu amigo. Tendrá en cuenta: la salud general del perro, la edad y la gravedad del problema. Los tratamientos quirúrgicos y médicos son muy positivos pero, tú también puedes ayudar a tu mascota:

– Ayúdale a mantener un peso saludable.
– Proporcionarle la posibilidad de realizar ejercicio de forma regular y saludable. La natación es un deporte excelente ya que le permite ejercitar todo el cuerpo.
– Habla con tu veterinario sobre los masajes en las articulaciones. Si te recomienda este método, pídele que te enseñe a hacerlo.
Facilítale las tareas diarias. Por ejemplo, si disfruta durmiendo en tu cama, colócale una pequeña rampa para que no tenga que saltar.

Conocer la “pica” en los gatos


Pica, es el acto de comer artículos no alimenticios. En estos casos, los gastos se dedican a masticar y/o chupar objetos, que en realidad no deben tragar. Los objetos más comunes son: hilo o cuerda, tela, lana, cualquier tipo de cable y las plantas. Cualquier objeto puede convertirse en potencial objetivo de tu mascota. Además del potencial destructivo que este problema conlleva, debes tener en cuenta que puede ser extremadamente peligroso para la salud de tu gato.

Todo aquello que coma, puede producir un bloqueo en el estómago que impida el paso de alimentos e incluso el suministro de sangre a ciertos órganos. Además, pueden llegar a electrocutarse con los cables y envenenarse con las plantas.

Pero ¿por qué el gato tiene este problema? Nadie sabe exactamente por qué surge la “pica”. Suele estar asociada a una amplia variedad de enfermedades, incluyendo la leucemia felina. Una vez que tu veterinario haya descartado las causas médicas, debes saber que paso debes seguir para modificar el comportamiento del animal.

• Retira los artículos que siempre se come. Debes colocar todo lo que puedas fuera del alcance de tu amigo. Cubre los cables con regletas que le imposibiliten morderlos.
• Proporciónale productos alternativos para masticar o comer. Alimentos y juguetes especiales harán que se distraigan de otros objetos peligrosos de la casa.
• Piensa que tu amigo puede morder todo lo que le rodea debido al aburrimiento. Intenta proporcionarle juguetes que le entretengan y dedícale parte de tu tiempo libre.
• Consulta a tu veterinario un cambio en la comida. Puede que la comida que le das no le alimente demasiado.

Saber si tu loro está enfermo


Debes cuidar a tu loro: alimentarle de manera correcta, mantener sus plumas en excelentes condiciones, evitar que se pueda lesionar con algunos objetos de la casa, etc. pero ¿Qué pasa cuando tu loro se pone enfermo por otros motivos? A veces, como en los humanos, las enfermedades llegan a través del aire. Otras veces, puede que directamente veas que le loro que has comprado ya está enfermo.
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Cuidar peces de colores


Los peces de colores son animales muy fáciles de cuidar y no necesitan demasiado espacio en la casa. Pueden vivir durante varios años (unos 10 años los casos más longevos) si se cuidan de forma apropiada. Aunque puedes utilizar cualquier pecera, ten en cuenta que cuanto más espaciosa sea esta mayor movilidad tendrán tus nuevos amigos.

Estos peces deben ser alimentados al menos dos veces al día. Si les observas con detenimiento verás como apenas tardan entre 5 y 10 minutos en comerse la comida. Ten cuidado al darles de comer; cuantas más comidas les pongas más comerán. Es muy fácil que estos peces mueran por sobreralimentación. Compra la comida específica para este tipo de peces y recuerda leer las recomendaciones sobre la cantidad y las veces que debes proporcionarles el alimento.


Muchas peceras normales no necesitan filtro de agua, pero si compras una pecera más sofisticada seguro que necesitas uno. El filtro te ayudará a mantener la pecera más limpia. De todas formas, cuando vayas a limpiar la “casa” de tus amigos vacía la mitad del contenido y vuelve a rellenar con agua limpia el recipiente.

Si ves que está muy sucio o tienes piedrecitas en el fondo que quieres ventilar, saca con cuidado a los peces con una redecilla especial e introdúceles en otro sitio que hayas preparado con anterioridad. No se te olvide observar a tu amigo durante algún tiempo a lo largo del día por si pudieras observar algún tipo de cambio en su comportamiento. Recuerda que tus peces de colores también se pueden poner enfermos.