Durante los paseos con el perro, muchas veces es inevitable que coman lo que se encuentren como sucede con la hierba que, sobre todo, les genera mucha curiosidad cuando son cachorros. Sin embargo, el césped no forma parte de la dieta saludable de los canes. A pesar de ello, hay perros que tienen predilección por ella y no la comen de forma accidental, sino que buscan su consumo y aprovechan los paseos por el parque para ingerirla. Pero, ¿es bueno que el perro coma hierba?
La ingesta
Aunque siempre es importante controlar y vigilar lo que come el perro, lo cierto es que una ingesta ocasional de hierba y en pequeña cantidad no presenta ningún problema para su salud.
Es un comportamiento que conviene observar porque puede dar muchas pistas sobre el estado de salud del animal. Y es que es frecuente que los perros coman hierba cuando tienen alguna molestia en su aparato digestivo o en el estómago.
Comer hierba es su manera de aliviar ese malestar porque, con su ingesta, lo que buscan es provocarse el vómito de la comida que les haya podido sentar mal o de algo que se hayan comido y no son capaces de digerir, entre otras posibles situaciones.
El perro puede comer hierba por otros motivos. Es probable que la mascota busque incorporar nutrientes y fibra a la dieta por lo que su ingesta de forma prolongada podría suponer que no se le está dando la alimentación adecuada.
No obstante, si la acción de comer hierba es prolongada y continuada, es recomendable consultar con un veterinario para que vigile la salud del perro y pueda indicar cómo quitarle este hábito.
¿Bueno o malo?
Como hemos comentado anteriormente, siempre que la ingesta sea ocasional y en pequeña cantidad, no le suele producir ningún problema de salud. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado si come hierba de forma habitual y en cantidad porque este gesto puede deberse a problemas de salud en el animal de compañía o bien generar algunas alteraciones en el aparato digestivo.
No hay que olvidarse de que la hierba tiene más contenido en fibra y esto puede producirle un mayor movimiento intestinal que no es problemático ocasionalmente, pero que puede afectar a sus intestinos si se produce con frecuencia.
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