Hoy queremos hablarte de una conmovedora historia que nos ha hecho sonreír. ¿Te apetece acompañarnos? ¡Te aseguramos que no te vas a arrepentir! Y es que a continuación vamos a hablarte de Carter Blanchard, un niño con vitíligo que ha conocido a Rowdy, un perro que sufre la misma enfermedad. Este encuentro ha sido posible gracias a una donación anónima.
¿Quieres descubrir más detalles sobre esta historia? ¡Pues te recomendamos que estés muy atento a lo que te contamos a continuación!
Perdió la confianza en sí mismo
Como te acabamos de comentar, Carter, que tiene 8 años y vive en Arkansas, y Rowdy, un labrador negro de Oregón, comparten un lazo muy especial. Ambos sufren vitíligo, una enfermedad degenerativa que provoca que la piel vaya perdiendo su pigmentación. Por eso, las manchas blancas son parte de su cuerpo. Gracias a una donación anónima, el pequeño y su madre han volado a Oregón para que pudieran conocerse. Tal y como ha contado la madre de Carter, Stephanie Adcock, en una entrevista a ABC News, cuando las primeras manchas empezaron a aparecer, el pequeño estaba en un colegio grande con muchos niños y su cara se iba transformando rápidamente, lo que le hizo perder confianza en sí mismo. De hecho, odiaba su cara y la forma en que se veía.
Rowdy, un perro con página web
Fue durante esos primeros meses de la enfermedad de su hijo cuando Stephanie encontró una foto de Rowdy, que también fue diagnosticado con vitíligo en el mismo año que Carter: 2014. Este animal tenía su propia página web y cuentas en las redes sociales, por lo que esta mamá decidió ponerse en contacto con Niki Umbenhower, el propietario del perro, ya que creyó que si ambos se conocían, el pequeño recuperaría la sonrisa.
Una conexión inmediata
La historia de Carter y Rowdy se dio a conocer en los medios y fue entonces cuando un donante anónimo ofreció 5.000 dólares para que pudieran conocerse en persona. La conexión entre ambos fue inmediata.