Perros y gatos son las mascotas más habituales en los hogares españoles. No obstante, también hay otros animales de compañía que son buenas opciones, sobre todo, en el caso de los niños. Se trata de las cobayas. Un roedor muy juguetón, sociable y cariñoso, que requiere de unas serie de cuidados y atenciones para que viva sin problemas en casa.
Primeros días
La llegada a casa de la cobaya es especialmente importante. Puede que se muestre nerviosa y tenga más actividad fruto de estar en un entorno que no le resulta familiar. Como toda mascota, necesita de un período de adaptación, que comprende a su vez familiarizarse con el entorno y reconocer los olores, las texturas y los sonidos.
Espacio
Es importante que la cobaya tenga un espacio suficientemente amplio para que pueda vivir y ser feliz en el hogar. No hay que olvidarse de que suele ser una mascota muy activa por lo que precisará de un área para moverse que vaya en sintonía con su energía.
Un motivo por el que conviene evitar que la jaula sea muy pequeña para evitar esas restricciones en la movilidad y que dificultarán su desarrollo. Además, la jaula debe limpiarse como mínimo una vez a la semana, lavándola con agua caliente para poder eliminar bien todas las heces y orina, así como restos de alimentos y otras suciedades. Las áreas más sucias pueden limpiarse con un poco de vinagre con el fin de evitar el uso de productos químicos.
Alimentación
La alimentación de las cobayas debe basarse siempre en vegetales. Normalmente, en casa, suelen alimentarse con piensos ya elaborados y que tienen una base de alfalfa o heno. Esto permite que reciba los aportes de fibra y vitaminas que precisa.
No obstante, siempre es bueno también que ingiera vegetales frescos de hojas verdes como canónigos, escarola o endivias, que se pueden mezclar con zanahorias, tomate o pimiento rojo. En su dieta es posible incorporar frutas como la pera, kiwi, manzanas o mandarinas.
Es fundamental que todos los vegetales se laven previamente y se corten a un tamaño pequeño para que la cobaya pueda manipular el alimento e ingerirlo.
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