Consejos para que el perro no orine en las esquinas de viviendas

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En algunas ocasiones, los perros tienden a orinar en las esquinas de edificios de viviendas o bien en las puertas de algunos establecimientos y locales. En general, molesta bastante a la gente este tipo de actuaciones por lo que tienden a poner azufre en esas esquinas para evitar que el can orine y marque su territorio. Sin embargo, esto es una cuestión simplemente de educar a la mascota. Además, el uso de azufre no está permitido porque le puede causar daños al perrito y también a las personas. En el caso de tener cerca un dueño despreocupado y que no ha educado bien a su mascota, ¿qué se puede hacer? ¿Por qué puede causarle daño el azufre?

Los problemas del azufre

El azufre puede causarle al perro muchos problemas de salud, al igual que las personas que entren en contacto con él. De este modo, no hay que caer nunca en la tentación de aplicarlo, aunque ya no esté permitido legalmente su uso.

Y es que el azufre puede causar daños en la piel y en el pelaje, causando incluso úlceras, así como conjuntivitis e inflamaciones de la mucosa nasal.

Igualmente, el contacto con el azufre origina problemas en las vías respiratorias, que van desde la falta de aire o dificultad para respirar al asma o patologías más graves como la traqueobronquitis.

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Sin duda, son motivos más que suficientes –añadidos a su uso ilegal-, que hacen que no sea nada recomendable el azufre. Pero, si el dueño del perro no atiende a razones, hay otras soluciones que se pueden poner en práctica y que no hacen daño ni a la mascota ni a las personas.

¿Qué se puede hacer?

Dentro de las posibles soluciones que hay, existen tres que se ha comprobado que son especialmente efectivas. Todas ellas tienen en común el hecho de ser productos naturales.

El limón, por ejemplo, es uno de los más efectivos. Aunque al ser humano, en general, le gusta este olor, lo cierto es que a un perro le desagrada bastante porque les parece que es un aroma excesivamente fuerte. Esto hace que desista de ir hacia esa zona. Y, ¿cómo utilizarlo? Basta con exprimir el zumo de unos limones y pulverizarlo sobre la esquina sobre la que no quieres que se orine.

Una reacción muy parecida les genera el alcohol blanco, que les resulta desagradable por su fuerte olor. Su forma de empleo es como el limón, pero en este caso, el alcohol tiene que mezclarse con agua.

Y la pimienta de cayena, que tan rica está en los platos de gastronomía humana, resulta que tampoco es del agrado del perro porque también les parece que huele muy fuerte, además de picar. Con tan solo poner un poco de esta pimienta molida, los perros no se acercarán.

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