El otro día, hablábamos de cómo enseñar al perro a orinar. Es un proceso del que dimos algunas claves. Sin embargo, a veces, todos los trucos y recomendaciones no funcionan y el perro no aprende o bien tiene algunos problemas para conseguir controlar su esfínter. Son casos en los que hay unas claras señales a las que hay que estar atentos para ponerles solución. Aquí contamos las principales y lo que se puede hacer.
Señales
Normalmente, el perro aprende a contener la orina y a orinar en el lugar permitido cuando alcanza los tres meses de edad aproximadamente, mientras que entre los cuatro y los seis ya han aprendido que deben hacerlo en la calle.
Es un momento en el que el mismo can buscará el lugar por sí mismo para hacer sus necesidades y que, incluso, puede ya esperar a salir a la calle siempre que se hagan las salidas precisas.
Es un proceso que, por el contrario, puede retardarse en algunos casos, siendo habitual encontrar orina y excrementos en algunos sitos de la casa. Cuando esto se repite de forma reiterada, es importante comprobar si el perro sale lo necesario. Puede que necesite no limitar las salidas a tres diarias, sino hacer cinco al principio.
Además, es fundamental siempre seguir horarios regulares de comida y de salidas para facilitar que se acostumbre y pueda aguantar sin orinar hasta llegar la calle.
Otra clave puede estar en su alimentación con el fin de que sea realmente la adecuada a su salud y también a su raza y edad con el fin de que no se produzcan alteraciones en su sistema digestivo, que propicien esa mayor necesidad de evacuar.
Importante es a su vez controlar su orina y excrementos porque puede ser señal de alguna patología. Y, aunque los perros cuando son pequeños, suelen estar sanos, tampoco es imposible que tengan algún problema de salud, que dificulte el control de su esfínter.
En casa
Para evitar que el perro siga orinando en casa, es clave hacer una buena limpieza de todas las zonas en las que ha podido depositar su orina. Y es que, a veces, puede quedar algo de olor que el can note, aunque no sea percibido por las personas. Este aroma puede alentarle a seguir orinándose en el hogar.
Consultar al veterinario
Si a pesar de corregir y de prestar atención a su salud, el perro sigue sin controlar su orina y excrementos, hay que consultar con el veterinario y máxime cuando esta situación se prolonga a partir de los 12 meses de edad.
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