Consejos para bañar un gato con la piel sensible

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Siempre se ha dicho que los gatos y el agua no se llevan bien. Y la verdad es que no es así. Cierto es que son mascotas muy cuidadosas con su higiene diaria que realizan por sí mismos con la ayuda de su lengua. Pero, en ocasiones o de forma periódica, conviene bañarlos. Y aquí hay que tener en cuenta la piel del gato porque, como sucede con las personas, hay mininos que la tienen más sensible. Esto debe tenerse en cuenta. ¿Qué se puede hacer? Con estos consejos, no habrá ningún problema.

Pautas a seguir

Para bañar al gato, lo primero que hay que tener en cuenta son los productos que se van a utilizar. En este caso, al tener la piel sensible, es preciso que todo lo que se emplee para su lavado sigan unas pautas. Una de las principales es que los champús contengan ingredientes naturales no perjudiciales, además de tener una formulación que esté adaptada a las pieles sensibles y delicadas.

Además, hay que conocer otros factores relacionados con el baño del gato como la periodicidad para bañarlo. En este caso, conviene prestar atención a diversos aspectos como el entorno en el que vive, el tipo de pelo y la suciedad que tenga en ese momento. No obstante, como pauta general, se recomienda asear al gato una vez al mes con el fin de evitar alergias en la piel y evitar la aparición de dermatitis.

También es clave cómo bañar al gato. Es fundamental dar una serie de pasos. El primero de ellos es cepillarlo para que se elimine todo el pelo sobrante con el fin de evitar que se formen bolas de pelo en el intestino por la limpieza que hacen con su lengua durante la que es habitual que se arrastre pelo. Es el momento, además, de comprobar si se tiene algún parásito.

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Tras este paso, el siguiente es preparar la bañera con agua templada para bañar al gato por todo el cuerpo con la ayuda de una esponja. Posteriormente, se aplica el champú, procurando que el minino esté relajado y tranquilo y evitando que entre en zonas delicadas como los ojos. Tampoco es conveniente frotar con mucha fuerza. Una vez finalizado, lo siguiente es secarlo con una toalla suave y de forma delicada.

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