El calor del verano y los perros


El verano puede ser una temporada muy divertida tanto para tu mascota como para ti. Pero para que los dos lo paséis muy bien debes tomar algunas precauciones para que tu mascota esté feliz y sobre todo fresca y protegida durante estos días calurosos de verano.

Protección solar. Muchas de las preocupaciones que tomas para ti mismo debes tomarlas para tu mascota. Deberás utilizar protección solar si tu perro es de pelo corto y tiene la piel muy blanca o rosácea. Habla con tu veterinario sobre la elección de un buen protector solar y asegúrate de limitar las horas de exposición al sol. Las zonas con las que debes tener más cuidado son las orejas y el morro.


Evitar insolaciones. Limitar y controlar el tiempo que está al aire libre y sobre todo las horas del día a las que está expuesto al sol, es muy importante para que tu perro no sufra ninguna insolación. Si tú tienes calor, ellos suelen tener más. Los perros no son tan eficientes en la refrigeración como nosotros, ya que ellos solo pueden liberar el calor a través de las almohadillas de las patas y por la boca. Cuando ves al perro jadeando y con su lengua fuera es por que está expulsando el calor.

Debes tener un especial cuidado con los perros que tienen el pelo corto (por ejemplo los bulldogs), los cachorros y los perros de edad avanzada. Al atardecer e incluso por la noche déjales que jueguen más tiempo al aire libre. Asegúrate de que tengan en todo momento agua y de vez en cuando introduce en su cacharro algunos cubitos de hielo.

Presentar tu bebé al perro


Tener un bebé no significa tener que decir adiós a tu perro. Lo que si vas a tener que hacer es conseguir que los dos “bebés” de la casa se conviertan en los mejores amigos. Los expertos sugieren que la preparación para la llegada del bebé con suficiente antelación y la toma de algunas precauciones pueden evitar fricciones y celos entre el pequeño bebé y el bebé peludo. Recuerda que vas a tener que repartir mimos para los dos.
SEGUIR LEYENDO «Presentar tu bebé al perro»

Empezar a enseñar a un cachorro


La formación básica de un cachorro empieza en el momento en que te conviertes en su dueño y comienzas a enseñarle su nombre. El mejor período de formación comienza a los 70 días de nacer. Durante estas primeras semanas de vida el cachorro no debe ser “infectado” con malos hábitos, así será mucho más fácil su aprendizaje.

1. Adaptarse al nuevo hogar

Aunque el dueño proporcione al cachorro nuevas y cómodas instalaciones, el pequeño echará de menos algunas de las cosas que tenía en su primer hogar. El proceso de adaptación puede llevar varios días. El cachorro puede comer y beber poco al principio, no hay que preocuparse en exceso, esto es parte del proceso de adaptación.


2. Acostumbrarse a sus pertenencias

Debes acostumbrarle a su nueva cama y a sus cacharros, donde comerá y beberá. Trata de no cambiárselos de lugar. No le compres productos de vidrio o de porcelana ya que son más fáciles de romper. Es mejor elegir el acero inoxidable, el plástico o el aluminio. Ten en cuenta el tamaño, la profundidad y las formas.


3. Enseñanza

Enseña a tu cachorro de acuerdo a los siguientes criterios:

– Absoluta obediencia.
– Enseñarle ha hacer sus necesidades donde tenga que hacerlo, no en cualquier lugar.
– Descansar en su cama y no subirse en los sofás y las camas de la casa, a no ser que a ti te dé igual.
– Sólo comer en sus cacharros y su comida. Debes intentar que no pida comida a todo el mundo.
– Intenta que no muerda todo, aunque recuerda que como cualquier bebé también sufrirá dolores de boca al salirle los dientes.

Evitar problemas con perros y otros animales si vas en bici


Dependiendo del lugar por el que hagas deporte con tu bicicleta, los animales te pueden crear algún problema que otro. Los perros, los gatos, palomas, ardillas y gansos ya han protagonizado algunas historias con ciclistas por algunos caminos. Para evitar problemas con los animales salvajes o con cualquier tipo de animal, utiliza el sentido común.

• Debes estar atento, no sólo al camino por el que vas con tu bicicleta, sino a toda a zona en general. Puede que en un lateral estén jugando con un perro y al lanzarle un objeto para jugar, este salga corriendo en tu dirección.

• Trata de no acercarse a los animales abandonados más de lo necesario. No te preocupes ya que normalmente la mayoría se alejarán cuando te vean llegar.

• Si tu ruta diaria incluye un perro travieso o un poco agresivo, trata de ponerte en contacto con el propietario y hablar del problema.


• Al encontrarte con un perro sin esperarlo, puede que tengas más posibilidades de caerte de la bicicleta más por el nerviosismo que por ser agredido. Si aún no confías en tus habilidades en bicicleta, reduce la velocidad y concéntrate en la conducción.

• Si crees que puedes tener algún problema con algún perro algo pesado intenta llevar una pistolita de agua de juguete por si quisiera echarse encima de ti. Este es un juguete inofensivo que no hará daño al animal. Si crees que puedes enfrentarte a situaciones peores existen en el mercado unos pequeños silbatos que alejarán a los perros de inmediato.