El camaleón es unas de las mascotas más originales y especiales que pueden tenerse. Y no sólo por la particularidad que todos conocemos de su capacidad para camuflarse. Incluso los hábitos alimenticios de este animal son curiosos.
A veces puede parecer que el camaleón vive del aire. Es normal que pase mucho tiempo sin que le veamos comer. No hay que preocuparse, es algo común en ellos.
Su alimentación se basa en los insectos, especialmente grillos y langostas. Estos los puedes comprar en la misma tienda donde hayas adquirido a tu camaleón. Si allí no te los pueden proporcionar, seguro que te pueden dar información sobre dónde conseguirlos.
Has de ser cuidadoso e intentar no darle insectos que hayas cazado tú mismo en casa o la calle. No sabes en qué condiciones están, es muy probable que hayan sido expuestos a algún insecticida al que esos insectos ya están acostumbrados, pero tu camaleón no.
Puedes complementar la dieta de tu mascota con tenebrios, gusanos de seda o frutas como la pera o la manzana. Además puedes darle algún manjar especial como ratones recién nacidos o mantis religiosas. A estas últimas debes quitarles las pinzas.
También es muy recomendable comprar calcio y vitaminas en polvo, para que puedas espolvorearlos sobre la comida habitual de tu camaleón. Lo ideal es que administres el aporte de calcio cada 3 días y las vitaminas cada dos semanas.
Recuerda también que el camaleón necesita agua, pero no la bebe de la forma habitual, en un recipiente, sino con un pulverizador, que proporcionará la humedad necesaria al terrario. Con que acciones el pulverizados un par de veces al día, será suficiente.