¿Tienes ganas de tener una mascota? Lo más normal cuando nos planteamos tener un animal de compañía es que pensemos en perros y gatos, aunque últimamente son muchos los que se decantan por animales exóticos como osos perezosos o ardillas coreanas.
También son muchos los que optan por tener peces, animales con los que no se puede jugar ni sacar a la calle. Solo los instalamos en el acuario y procuramos que sobrevivan. Aunque no se trata de los animales más divertidos, sí que son adecuados para los niños que quieren tener una mascota, ya que no son difíciles de cuidar. Eso sí, hay que tener en cuenta que no todos los peces deberían estar en acuarios. ¡Descubre cuáles a continuación!
Diferenciar entre peces de agua salada y peces de agua dulce
A primera vista todos los peces nos pueden parecer iguales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las especies son aptas para los acuarios. Así, lo primero que deberás hacer es distinguir entre peces de agua dulce y peces de agua salada. Los primeros son los que suelen encontrarse en los acuarios, ya que los de agua salada precisan de unas condiciones muy específicas.
Peces de agua salada
Hay que saber que, en general, los peces de agua salada son más vistosos. Entre ellos encontramos el pez payaso, el pez cirujano, el salmonete o el pez dragón. Sin embargo, son especies que habitan en una gran superficie de agua salada, por lo que no suelen acostumbrarse a estar en pequeños habitáculos.
De hecho, muchos de estos peces acaban muriendo al introducirlos en un acuario debido a la alta concentración de productos químicos que suele haber en este tipo de peceras.
Habilitar un acuario especial
Por eso, para poder tener peces de agua salada es esencial habilitar un acuario especial en el que se controle y mantenga la alcalinidad del agua y la salinidad. En general, este tipo de peces necesita un pH de entre 8,2 y 8,4. Además, hay que acondicionar el espacio con arena y piedras traídas, preferiblemente, de la playa.