Un sorprendente número de personas creen que estamos genéticamente relacionados con los monos. Teniendo en cuenta lo mucho que sabemos sobre nosotros mismos, los siguientes mitos acerca de los animales no deben sorprendernos ¿no creéis? Y antes de empezar con algunos de los mitos, una aclaración: estamos más cerca de los gorilas y los chimpancés, genéticamente hablando, que de los monos.
– Mito 1: tan ciego como un murciélago
Los murciélagos no son ciegos de por sí, a pesar de que se basen en gran medida en su sentido del oído. Gestionan lo que hacen a través de un sistema mediante el que emiten sonidos ultrasónicos para producir ecos que les ayuden a localizar a sus presas, incluso cuando casi es imposible ver nada. En contra de lo que muchos creen, algunos murciélagos son conocidos por ver de maravilla a plena luz del día.
– Mito 2: los toros solo ven el rojo
Es el movimiento de la tela el que llama la atención del animal y no exactamente el color. Cuando los toreros llevan el traje rojo ¿por qué no les envisten directamente?
– Mito 3: serpientes encantadas
Las serpientes son sordas, por lo que su bonito baile no está inspirado en esa horrible musiquilla de la flauta del «encantador». Ellas están en sintonía con las vibraciones que hay a su alrededor, así que es eso, y no la música, lo que les hace oscilar.
– Mito 4: pez ballena
¿Pez? ¿Anfibio? No, es una ballena y es un mamífero. Tienen una nariz en la parte superior de sus grandes cabezas, y suben a intervalos específicos para respirar. Son descendientes de mamíferos regulares que vivían en tierra firme.