Una de las épocas en las que más mascotas comienzan a compartir la vida con nosotros es la navidad, ya que se trata de uno de los regalos más deseaos que pueden tener los niños. Normalmente, cuando nos planteamos tener una mascota, vamos a la tienda de animales y compramos la que nos guste más o aquella de la que los niños se encaprichen.
Sin embargo, en lugar de comprarnos el cachorro, podemos tener en cuenta otra opción, como es la adopción. Si adoptamos una mascota en lugar de comprarla, tendremos un amigo fiel que nos adorará por el resto de sus días, debido al agradecimiento que el animal nos tendrá por haberle proporcionado un hogar.
Una vez que hayamos decidido que vamos a adoptar a nuestra nueva mascota, podemos visitar las protectoras de animales de la zona en la que vivimos y elegiremos el animal que más nos atraiga. Tenemos además la tranquilidad de que el animal que nos entregan está sano, vacunado y con el microchip implantado, lo cual nos evitará muchos problemas en el futuro.
La elección del ejemplar adecuado dependerá de nuestro estilo de vida, si tenemos hijos, el piso en el que vivimos, etc. Una vez determinadas todas estas variables, podemos elegir el perro que mejor vaya a convivir con nosotros. Si no estamos muy seguros, lo mejor es preguntar al personal de recogida de animales, ya que conocen a sus perros y nos pueden asesorar mejor.
Aunque será difícil encontrar un cachorro en estos centros de acogida, resulta increíble el cariño y la lealtad que demuestran los animales adoptados hacia sus nuevos dueños, lo que suele resultar muy beneficioso en el que caso de que haya niños que convivan con el animal.