¿Hay alguna otra criatura más encantadora que un gato cuando se hace un ovillo y se coloca de manera acogedora cerca de ti? Por si no lo sabías, la temperatura corporal de los gatos desciende un poco cuando se duermes. Por este motivo, muchas veces buscan a alguien para que les dé calor o dan vueltas por la casa hasta que encuentran un sitio que les permite estar calentitos, como por ejemplo cerca de la ventana por la que entra el sol.
Como con otras mascotas, debes buscar una cama que se adapte a las necesidades de tu gato. Si te diriges a cualquier tienda especializada en mascotas, podrás encontrar una amplia variedad de colores, telas, estilos y materiales disponibles. Seguro que si buscas bien, podrás encontrar una cama para tu gato de se adapte a sus necesidades y a su personalidad. Algunas de las camas más habituales que encontrarás son:
– Camas tipo perro
Estas se caracterizan por tener una especie de colchón en su interior y estar rodadas por un refuerzo que les hace sentirse mucho más protegidos.
– Colchonetas
Este tipo de cama es menos voluminoso que el que te comentábamos anteriormente, ya que no tiene el refuerzo exterior y solo consta de una colchoneta en la que tu gato podrá descansar cómodamente. Esta cama puede ser colocada en una esquina de una habitación o en un hueco de algún mueble que le guste a tu mascota.
– Camas de altura
Si a tu gato le encanta sentarse en el alféizar de la ventana, considere la posibilidad de comprarle una especie de “cama elevada” en la que pueda estar situado a la altura de la ventana y, así, observar que sucede fuera.