En más de una ocasión, hemos hablado de la importancia de velar por la salud del perro y de llevarlo al veterinario, así como de las vacunas. Sin embargo, no solo la vacunación es decisiva en la mascota. De hecho, es conveniente vigilar siempre su bienestar con visitas periódicas aunque el can se encuentre bien. Son chequeos que varían en función del mes del año en el que nos encontremos. Y ahora que va quedando poco para la llegada del 2020, puede ser un buen momento para planificar todas las atenciones mes a mes.
Enero
El mes de enero es el ideal para poder hacer un chequeo generalizado a la mascota. Y es que en Navidad no solo las personas cometen excesos. La vida navideña también afecta al can. Así, es el momento de vigilar el latido del corazón, la respiración, reflejos e, incluso, realizar un análisis de sangre.
Febrero
El mes de febrero es idóneo para hacer una primera desparisitación de las cuatro internas que se recomiendan al año. El objetivo no es solo evitar la presencia de parásitos durante los meses de frío, sino también prepararlo para que esté protegido ante la próxima llegada de calor.
Marzo
Las atenciones del can en el mes de marzo se centran en su salud bucodental para detectar posibles enfermedades o bien microorganismos que están en su boca y que pueden afectar a otros órganos como el corazón. Así, puede ser necesaria una limpieza bucal.
Abril
Nuevamente, hay que luchar contra parásitos. En este caso, garrapatas y pulgas e, incluso, mosquitos, que están más activos con la llegada del calor. Así, toca abordar la desparasitación externa para que estos parásitos no afecten al perro ni las enfermedades que transmiten como la filaria o leishmania, entre otras.
Mayo
En este mes, es conveniente seguir avanzando en la desparasitación interna para que la mascota esté preparada para hacer frente a los parásitos más activos durante los meses de más calor.
Junio
El mes de junio ya huele a verano y hay que pensar en el destino para las vacaciones. Es el momento de preparar al perro para viajar con él y de ponerle vacunas que sean necesarias según el país de destino, entre otras posibles acciones.
Julio
Los días con más luz y calor del mes de julio invitan a pasar más tiempo al aire libre, sobre todo, en zonas naturales como los parques o campos. Es clave vigilar y revisar sus patas, almohadillas, labios y oídos para evitar afecciones por procesonaria, espigas…
Agosto
Y en este mes, de nuevo, toca la desparasitación interna –ya la tercera-, aparte de prestar especial atención a la que protege la mascota de la filiariasis y la leishamania.
Septiembre
El mes de septiembre se asocia con la vacuna de la rabia, cuya revisión se pone anualmente para proteger al can de esta enfermedad.
Octubre
Y, de nuevo, con el mes de octubre toca más desaparasitación externa para evitar, en este caso, los problemas con los ácaros y otros insectos de la zona.
Noviembre
El mes de noviembre sigue estando centrado en la desparasitación interna, siendo ya la cuarta y última recomendada del año. En este caso, la atención se centra en los gusanos intestinales.
Diciembre
Y, finalmente y para acabar el año con salud, es el momento de hacer el test de la leishmania, ya que el perro suele infectarse en verano, pero los síntomas se empiezan a notar unos tres meses después. De ahí, la recomendación de realizar esta prueba al perro. Y, si todo va bien, la mascota ya está lista para el Año Nuevo.
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