Hay peceras que tienen filtro y calentador porque se precisa que el agua esté a una temperatura determinada para las especies que viven en ella. Sin embargo, dentro de las peceras, existen diversos tipos. Entre ellas, está la conocida como pecera de agua fría, que es de las más sencillas que hay porque no tiene ni sistema de filtro ni tampoco calentador. Son, por así decirlo, las típicas peceras redondeadas de cristal o plástico, aunque pueden tener otra forma. Estas peceras requieren de una serie de cuidados específicos. De hecho, es importante ser más minucioso que con las que tienen el filtro o sistema de filtrado.
Los cuidados
Las peceras que no tienen filtro es conveniente lavarlas una vez al día o, por lo menos, cada dos días. El proceso no es complicado, pero sí es importante hacerlo bien. En primer lugar, se tienen que sacar las peces, pero siempre se deben mantener en algo de agua para que vivan.
El siguiente paso es vaciar el agua de la pecera, aunque no hay que eliminarla en su totalidad. Es conveniente dejar aproximadamente el 30% de agua. A continuación, se tienen que limpiar bien las paredes y bordes, pero nunca con jabones ni productos químicos. En las tiendas especializadas, venden productos específicos.
A continuación, se llena de agua de nuevo, siendo conveniente incorporarle un producto anti-cloro para eliminar los restos de cloro que puede haber en al agua por su paso a través de las cañerías.
Otros consejos adicionales
Además de limpiar bien la pecera de agua fría, es importante seguir otra serie de consejos para su cuidado y mantenimiento y no tenerla que limpiar varias veces al mismo día.
Y es que es habitual que se ponga demasiada cantidad de comida a los peces, lo que dificulta su bienestar. En general, los peces que pueden vivir en este tipo de peceras se alimentan una o dos veces al día.
Es clave poner una cantidad pequeña de comida porque, en caso contrario, estará nadando entre su propio alimento y se acumulará más suciedad. Además, su limpieza será más compleja.
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