Dentro de pocos días, comienzan las celebraciones navideñas. Una fecha señalada en la que es habitual cometer algunos excesos alimentarios y tener bandejas de dulces y de comida que son fácilmente accesibles para los perros. Sin embargo, si se tienen mascotas en el hogar, es importante no dejarlas a la vista de los animales de compañía y, sobre todo, vigilar que no coman de ellas. Y es que hay alimentos que son muy típicos de Navidad que son perjudiciales para los perros. Aquí te contamos seis con los que tienes que tener especial cuidado.
Chocolate
Turrones, galletas, bombones, trufas… son algunos de los dulces típicos navideños que suelen incorporar chocolate. Un alimento que es muy perjudicial para los perros, incluso se puede considerar como tóxico por contener teobromina, que es perjudicial para la mascota.
Y es que, en función de la cantidad que tome, puede generarle diarreas y vómitos, además de provocarle algunas reacciones de tipo neurológico que harán que tenga dificultades para moverse porque no coordinará los movimientos e, incluso, se pueden producir convulsiones en los ojos.
Uvas y pasas
Tanto el día de Nochevieja para las campanadas como en los postres o en las bandejas para tomar el café es habitual que haya uvas y pasas. Otros dos alimentos que no conviene que el perro coma porque contienen taninos.
Este componente genera en el perro diarreas y otros trastornos gastrointestinales, aparte de vómitos. Sus consecuencias son todavía más peligrosas porque, incluso, pueden llegar a generarle un fallo renal, que podría llevar a la mascota a la muerte.
Hortalizas
Los platos navideños es habitual que incluyan como guarnición o bien para cocinarlos algunas hortalizas como el puerro, así como otros alimentos como la cebolla y el ajo. Son otros tres productos que no sientan nada bien al perro, llegando incluso a ser mortales.
Y da igual cómo se consuman. De todas sus formas son perjudiciales para el animal. Entre sus efectos, por ejemplo, se encuentra la anemia que conlleva, a su vez, un menor transporte de oxígeno a las células que deriva en un fallo multiorgánico que es posible que acabe con la vida de la mascota.
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