El adiestramiento es clave en los perros para que aprendan cómo deben comportarse. Son pautas que se les pueden enseñar a través de diferentes técnicas y sistemas de entrenamiento. Entre ellos está el clicker, que es un pequeño dispositivo que hace ruido y que el adiestrador lleva en la mano. A través de este aparato se interactúa con la mascota y se establece la comunicación con ella para realizar el adiestramiento. Un sistema que tiene una serie de características y que, a diferencia de otros, presenta una serie de ventajas.
¿Cómo funciona?
El clicker puede definirse como una pequeña cajita que el adiestrador lleva en la mano y que incorpora un botón para hacer los clics. Cada vez que se presiona ese botón, el dispositivo emite un sonido. Con este sistema tan sencillo, se realiza el entrenamiento.
El funcionamiento es fácil. Básicamente, consiste en que el adiestrador haga clic en el botón para que el perro oiga el sonido que sale del dispositivo, que es con el que se le indica que lo ha hecho bien. Si no ha actuado bien, no se hace clic y, por lo tanto, no se emite el sonido.
Es frecuente que este sistema se acompañe de recompensas que se dan al perro cuando ha actuado bien y que se ofrecen con cada clic. Así, el perro va asociando que ha obrado bien cuando oye el sonido y obtiene un premio, que puede ser una golosina.
De esta manera, cuando el adiestrador vuelve a repetir la orden dada al perro, la mascota ya sabe cómo debe comportarse para hacerlo bien porque, con el entrenamiento, ya ha asociado el clic y la recompensa con su correcta conducta.
¿Qué se consigue?
Este sistema tan sencillo es especialmente útil cuando el perro tiene que aprender órdenes básicas, así como para realizar algunos entrenamientos curiosos y divertidos para que el can aprenda a, por ejemplo, levantar la patita o hacer algún truco o actividades de entretenimiento.
Ventajas
El clicker tiene varias ventajas a la hora de adiestrar al perro. Además de conseguir que tenga una conducta adecuada, también se logra reforzar los buenos comportamientos que el can ha adquirido.
Otros beneficios son la mejora de la comunicación entre ambos, así como la mayor predisposición de la mascota a aprender porque aumenta su motivación al recibir premios o recompensas.
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