El Yorkshire terrier es uno de los perros más conocidos en todo el mundo, y a pesar de ser una raza relativamente pequeña, son perros muy protectores y valientes. Tienen su origen en Inglaterra, en el siglo XIX, época en la que muchos escoceses iban a la región de Yorkshire para buscar trabajo y llevaban pequeños terriers. Después de varios cruces con otras razas, se inventó la actual, que en un principio era una de las más apreciadas por la gente de la alta clase social.
Es un excelente perro de compañía que no supera los tres kilos de peso, pero es muy cariñoso y fiel, siendo perfecto para vivir con cualquier familia. Tiene la cabeza pequeña y las orejas siempre erguidas, y a pesar de su tamaño se puede volver agresivo ante los extraños, y también muy desconfiado. El Yorkshire terrier es muy inteligente, así que su educación es muy sencilla, aunque hay que ser muy constante y tener paciencia ya que es un poco testarudo.
Su pelaje
Esta raza tiene el pelo fino, brillante y sedoso, con lo que requiere que se le cuide mucho y se peine casi a diario. Es un perro muy limpio que apenas suelta pelo ya que se le suele cortar cuando le crece mucho. Cuando son cachorros tienen el pelaje negro con manchitas de color fuego en el hocico, y cuando van creciendo tienen tonalidades negras y grises por todo el cuerpo y un color más tostado en la cabeza. A los 3 años ya tendrá un color permanente.
Su vida
Al ser un perro pequeño, puede tener problemas como luxación de rótula, problemas de columna vertebral o hidrocefalia congénita. Puede también padecer diarreas o problemas digestivos, pero con visitas regulares a un veterinario y una alimentación sana y equilibrada, no debe dar mayores problemas. En cuanto a su personalidad, es un perro muy divertido, juguetón, cariñoso, hábil, astuto y muy listo. Le encanta recibir mimos y se lleva muy bien con los niños, aunque no le gusta que le molesten cuando está descansando.
Nos encanta esta raza, le dedicamos muchisimo tiempo para cuidar bien de ellos