Uno de los problemas de salud más frecuentes y comunes en los gatos está relacionado con las vías urinarias. Este tipo de males son difíciles de identificar en la mayoría de los casos, a pesar de ser claves para su diagnóstico, tratamiento y curación. Aquí te vamos a contar los principales síntomas para que puedas reconocer si tu gato tiene o no problemas en las vías urinarias. Es especialmente importante conocerlos porque no siempre las señales son claras. Hay síntomas que, en un principio, no se relacionan con las afecciones urinarias.
Primeros síntomas
Los problemas en las vías urinarias se suelen manifestar a través de una serie de síntomas que, sobre todo, se observan en el comportamiento del gato y en sus hábitos diarios.
La señal más clara e inequívoca se produce cuando miccionan, ya que los mininos suelen experimentar dolor, lo que conlleva que realicen gestos extraños o maúllen a la hora de hacer sus deposiciones.
Otro claro síntoma es que el gato evitará en la medida de lo que pueda el arenero, optando por miccionar o dejar sus deposiciones en otras partes de la casa, especialmente, en rincones.
Su orina también puede dar pistas sobre este tipo de afecciones en las vías urinarias. En concreto, se debe observar si hay sangre o no en ella. Todos estos síntomas son muy claros y evidencian que hay algún problema por lo que es recomendable acudir cuanto antes al veterinario.
Síntomas ocultos
Los problemas en las vías urinarias no solo se presentan con los síntomas anteriores. A veces, la afección permanece oculta porque no se asocia con otras señales. Así, es conveniente prestar atención a la falta de apetito del gato.
Igualmente clave es observar si vomita porque, en este caso, es probable que se haya producido una obstrucción total de las vías.
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