Los temblores no son exclusivos de las personas. También los perros pueden temblar y, además, hacerlo con frecuencia. Es un síntoma habitual en los canes y que no son casualidad. El temblor siempre responde a alguna causa. Y, ¿por qué el perro tiembla? Varios motivos lo explican, siendo necesario conocerlos y tener en cuenta porque, en algunos casos, son indicios de enfermedades.
Las causas
Los temblores pueden producirse en el perro por causas fisiológicas que no constituyen ninguna enfermedad, pero también pueden darse en el perro por determinadas patologías. En estos casos, el temblor se convierte en un síntoma de esa dolencia.
Por ejemplo, dentro de las causas fisiológicas se encuentran todos aquellos temblores que se producen por frío o durante la fase REM del sueño. También el can puede temblar por miedo o por haber realizado demasiado ejercicio, así como por un cuadro febril.
En otras ocasiones, tras los temblores hay hipoglucemias o bajadas de azúcar en sangre, lo que es un problema grave, que requiere atención y seguimiento veterinario, o bien por dolores tanto agudos como crónicos que pueden estar relacionados con enfermedades como la artrosis.
Los perros igualmente tiemblan cuando tienen epilepsia u otras enfermedades como el moquillo o encefalitis. Las patologías degenerativas o autoinmunes, así como las víricas, tienen entre sus síntomas el temblor.
Y, por supuesto, al hablar de temblores en el can, no se puede hablar de lo que se conoce como el temblor del perro blanco, cuyo principal síntoma es el temblor, ya sea general o parcial, que dificultan su movilidad.
Este síndrome, clínicamente llamado Síndrome de Shaker, es una meningoencefalitis, que es posible tratar por el veterinario y que puede afectar a todos los perros, con independencia de su raza, tamaño y color. Y, aunque no es muy habitual, se debe valorar, sobre todo, cuando se han descartado otras posibles causas de los temblores en el perro.
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