El otoño y el invierno son dos estaciones muy propensas para el resfriado. De hecho, es una enfermedad muy común en las personas y también en las mascotas. Hay quien cree que los animales de compañía no pueden cogerlo, pero no es así, al menos, en el caso de las mascotas más habituales en el hogar como los perros y los gatos. Pero, ¿cómo se sabe que están resfriados? ¿Cuáles son los principales síntomas? Aquí damos algunas claves.
El contagio
Los perros y gatos pueden tener resfriado común, aunque no estén expuestos a temperaturas bajas. Es habitual que lo cojan cuando están experimentando cambios bruscos de temperatura y el cuerpo no ha sido capaz de adaptarse bien. Ese contraste de temperatura hace que el frío les afecte más y que se resfríen.
Síntomas
Varias son las señales de que las mascotas están resfriadas. Algunos de los síntomas son muy fáciles de reconocer porque son similares a los de las personas como es el caso de los estornudos.
Además, también es habitual que tanto perros como gatos tengan mocos y tosan. Otra señal del resfriado es la forma de respirar de la mascota. Cuando se tiene esta infección viral, se observa que el animal de compañía respira por la boca más de lo que lo hace habitualmente, aunque esto también va a depender de la raza.
Esta respiración produce a su vez otros síntomas. Por ejemplo, cuando la mascota está dormida, se ronca o muestra una mayor dificultad para respirar. Esto a su vez se produce porque las vías respiratorias están más obstruidas por las secreciones nasales, que derivan en toses, estornudos…
Otros síntomas del resfriado en las mascotas son la falta de apetito y de las ganas de jugar, ya que se sienten más cansadas de lo habitual. En el caso de los gatos, aparece conjuntivitis.
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