Todavía son muchas las personas que creen que los gatos y los niños son incompatibles. De hecho, algunas familias deciden abandonar a sus felinos cuando van a tener un bebé, sobre todo por temor a la toxoplasmosis, aunque hay otros que creen que el animal puede hacer daño al pequeño.
Como habrás podido imaginar, nosotros no estamos de acuerdo con este falso mito de que los gatos y los niños no pueden convivir. Para convencerte, hoy vamos a darte las razones por las que los peques deberían tener un gato como mascota. ¿Te gustaría acompañarnos?
Ventajas
Lo primero que debes saber es que los niños que se crían con mascotas suelen desarrollar un respeto y un cariño especial hacia la naturaleza y, especialmente, hacia los animales. Además, es importante tener en cuenta que los gatos suelen desarrollar un fuerte vínculo de unión con los humanos que viven con ellos, especialmente cuando se adoptan de pequeños.
También es importante que tengas en cuenta que los gatos son unos buenos compañeros de juego para los niños. Además, son fáciles de cuidar y de educar. Y aunque no lo creas, los felinos suelen vigilar y proteger a los bebés.
Algunos riesgos a tener en cuenta
Antes de despedirnos queremos comentarte que hay algunos riesgos que debes tener en cuenta si decides adoptar un gato teniendo un gato en casa o al contrario. Así, es importante que la mascota esté bien vacunada por si se produce alguna mordedura jugando, algo poco probable. Por otro lado, debes saber que, en ocasiones, los niños más pequeños pueden tratar a los animales con poca delicadeza. Por eso, es importante que siempre estén bajo la supervisión de un adulto. Además, hay que enseñar al pequeño a ser respetuoso con el gato y con los animales en general.
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