Hoy vamos a seguir hablando de otros destinos de playa para las vacaciones con el perro. En el itinerario por la Costa del Mediterráneo, nos vamos a detener en la provincia de Castellón. No es una de las zonas geográficas dentro de España que más playas tenga en las que se aceptan los canes, pero os explicamos las opciones que hay porque, en realidad, Castellón y localidades como Benicarló o Vinarós son algunos de los principales puntos turísticos, que son visitados cada verano por miles y miles de turistas. Y, aunque no hay muchas opciones, algunas pueden ser interesantes para disfrutar de una buena jornada de sol y playa con el perro.
Las playas
Como hemos dicho, Castellón no es una de las provincias en las que más playas haya con acceso para perros. Además, tampoco es un destino ideal para los canes en comparación con las playas que hay para las mascotas en otros lugares de España.
Y, ¿por qué? La respuesta es fácil. En general, son playas que suelen ser de piedra y roca, habiendo pocas excepciones como es el caso de la zona habilitada para perros en Benicarló. Además, son playas que tienden a tener un reducido tamaño, aunque bueno es posible hacer actividades y disfrutar de una buena jornada playera.
A pesar de las características generales de las playas, si se va a ir de vacaciones a esta provincia, conviene conocer y saber las diferentes opciones que hay en el litoral de Castellón.
La localidad de Vinarós cuenta con dos playas que permiten el acceso de los perros. Una de ellas es la playa de Les Llanotes, que es apta para el baño de los canes porque no suele haber olas muy fuertes ni de un tamaño que les puedan asustar.
Otra opción en este municipio es la playa de Aiguoliva, que se caracteriza por estar formada por pequeñas piedras, aunque también la anterior tiene grava y cantos rodados en la zona de arena.
En Alcossebre, en Punta Capicorb, está la playa de L’Estany, que es diferente al resto por ser una playa salvaje. Además, suele estar poco ocupada. No obstante, las piedras también están presentes en su arena.
La playa Belcaire, en Moncófar, es otra alternativa en esta provincia. Pero hay que tener cuidado porque no toda la playa está abierta a los perros. En concreto, el can puede acceder a una zona habilitada específica.
Y, finalmente, está la playa El Barranquet, que está en la localidad de Benicarló. Esta playa es quizá la mejor opción. Tiene unas reducidas dimensiones, pero no hay tan apenas piedras o gravas y el perro puede bañarse en sus aguas.
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