Pasear al perro cuando llueve


Con la llegada del otoño, el frío y la lluvia se vuelven compañeros casi inseparables a la hora de pasear al perro. Aunque su pelaje le ofrece protección y aislamiento contra el frío y la humedad, es cierto que a muchos perros no les gusta pasear cuando fuera está diluviando, porque la lluvia les resulta molesta y tienen frío, lo que hace que a los pocos metros de salir de casa tiren de la correa para volver a ella.

Como no podemos prescindir del paseo, sí podemos usar algunos trucos para lograr que resulte más agradable para el animal.

Frío y lluvia

Si notamos que tiene frío o que le molesta la lluvia, en cualquier tienda de mascotas podemos encontrar impermeables para nuestro perro, que se ajustan fácilmente a su cuerpo fijando unos velcros. Debemos asegurarnos de que el velcro no esté demasiado justo, ya que le molestaría, o demasiado suelto, porque en este caso el animal lo perderá a la primera carrera.

El impermeable lo podemos utilizar también si paseamos por la montaña y hay nieve, aunque en este caso es conveniente que esté forrado para ofrecer al animal abrigo contra el frío, especialmente si pertenece a una raza de pelo corto.

Si es un perro pequeño o mediano, el impermeable evitará también que se moje al contacto con montículos de nieve, lo cual impedirá que se acatarre y le permitirá pasear más a gusto.

Consejos

A la hora de pasear bajo la lluvia, es aconsejable que lo hagamos por zonas con árboles si es en un parque o cerca de portales o soportales en la ciudad, para que le sirvan de refugio en caso de que llueva con mucha fuerza, y a nosotros también.

Cuando lleguemos a casa, deberemos secar cuidadosamente al animal, primero con una toalla y, si aun así sigue húmedo utilizar el secador.

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