Desde hace algún tiempo se habla de la importancia de que los empleados puedan tener las mascotas, como es el caso de los perros, en las oficinas o centros de trabajo. Es una medida de la que se ha demostrado que ayuda a atraer y retener el talento. Pero más allá de este impacto positivo, ¿tiene otros beneficios? ¿Son reales o fruto de una tendencia al igual que poner sale de juegos en la empresa?
Los beneficios
Aunque pueda parecer algo inusual e, incluso, extraño, lo cierto es que llevar a la mascota a la oficina o centro de trabajo conlleva diversos beneficios tanto para el empleado como para la propia compañía.
Uno de los mayores beneficios que se ha constatado es que las mascotas ayudan a reducir el nivel de estrés. Y esto es muy positivo porque el empleado va poder desarrollar su actividad con menos nerviosismo, aparte de contribuir a despejar la mente durante los minutos que se pueda estar en contacto con él en la compañía por, ejemplo, en la pausa del desayuno a media mañana.
Además, el empleado también va a estar más concentrado, puesto que no tiene que pensar en cómo estará la mascota en casa sola durante el horario de trabajo. Teniendo al animal de compañía cerca, se está más tranquilo de que está bien atendido y cuidado en el espacio que las empresas habilitan para este fin.
Estos dos beneficios redundan a su vez en un tercero: el aumento de la productividad. Al no estar preocupados por ellos y sentirse más felices por estar cerca de los animales de compañía, se observa una mayor actividad en los empleados. Igualmente, se detecta más presencia de las hormonas de la felicidad, redundando a su vez en un mejor ambiente en la oficina o centro de trabajo.
Y, precisamente, otro beneficio entronca con este último porque mejora la comunicación entre los compañeros de trabajo, aparte de estimular el trabajo en equipo. También se observa un aumento de la creatividad por tener la mente más despejada y tranquila.
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