El otro día hablábamos de los riesgos a evitar cuando se corre con el perro, atendiendo sobre todo a su raza y sus características y también a su edad. Sin embargo, hay otros aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de practicar running con esta mascota. En este caso, nos vamos a centrar en su alimentación.
Comida
La alimentación en el perro cuando corre es tan importante como pueda serlo en una persona. De hecho, es clave saber cuándo es más conveniente darle de comer y de beber al can.
Siempre lo recomendable, para evitar olvidos y posteriores problemas, es que el perro siga una rutina muy similar a la de la persona con la que va a correr. Sin embargo, esto solo está indicado en aquellos casos en los que coincida con las recomendaciones de alimentación para el perro.
La primera de ellas es que el can no debe comer ni un solo alimento una hora antes de salir a correr. Tampoco es aconsejable que lo haga una hora después de haber hecho el ejercicio. De tomar algo, la mascota podría verse afectada por problemas gástricos e, incluso, se podría producir una inflamación de su estómago.
Bebidas
Y, ¿qué hacer en relación a los líquidos? Con el agua, igualmente hay que ser muy cautos y conviene tener presentes las pautas más idóneas, aunque la clave en realidad está en que siempre la mascota debe estar bien hidratada.
Para ello, una buena opción, es salir siempre con una botella de agua para que pueda beber cuando lo necesite. Pero, cuidado, siempre se tiene que vigilar que beba cuando no esté jadeando para evitar que trague aire y se encuentre mal.
Por lo general, no hay que seguir más pautas más allá de las que indican el sentido común. Y es que la cantidad de agua debe ser moderada y no hay que darle de beber en exceso al perro antes ni después de hacer el ejercicio para no se encuentre incómodo y se generen molestias.
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