El maullido es una de las formas de comunicación que tiene el gato con sus dueños o miembros de la unidad familiar. Hay mininos que tienden a maullar más, mientras que otros son mucho más silenciosos y tan apenas se les oye. Cada gato es diferente y tiene sus particularidades. Sin embargo, sí hay elementos comunes que todos tienen a la hora de maullar. En concreto, hay cuatro motivos por los que todo minino recurrirá al maullido para expresarse. ¿Cuáles son?
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Los cuatro significados clave tras el maullido del gato
El maullido es especialmente importante en los gatos porque es la forma que tienen de comunicarse. A través de su sonido, explican cómo se sienten e, incluso, es una forma de expresar que tienen problemas de salud. Maullar puede tener muchos significados, pero hay cuatro que se deben conocer por ser especialmente importantes.
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El lenguaje de los maullidos
Cualquiera que comparta su vida con un gato habrá observado que, además de un lenguaje corporal muy expresivo, los gatos presentan una amplia de maullidos o gorgoteos que varían en intensidad y longitud dependiendo del estado de ánimo del animal o de la situación en la que éste se encuentre.
Los gatos, gracias a su sensible oído también responden a los estímulos vocales y son capaces, al escucharnos, de determinar nuestro estado de ánimo según nuestro tono de voz y el volumen en que les hablemos, y muchas veces dependiendo de ello el animal nos responderá de una u otra forma y de hecho cuanto más hablemos con nuestro gato, más respuestas vocales recibiremos de él, como si estuviéramos charlando.
En cuanto a los maullidos, principalmente podemos distinguir tres clases. El maullido corto y al principio apenas audible que se va haciendo más y más insistente cuando el gato quiere llamar nuestra atención sobre algo que necesita, como que le abran la puerta del lugar donde tiene el cajón de arena o que le pongamos comida.
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