Muchos dueños de perros no tienen por qué tener un espacio lo suficientemente grande en sus casas como para que el animal pueda hacer ejercicio. Por ese motivo, lo normal es que se saque al perro una media de unas tres veces al día. Cuando se está de paseo, pueden aparecer diferentes obstáculos: corredores, paseantes, patinadores, ciclistas, etc. Todo esto sin contar con el desagradable cartel de «No se admiten perros”.
A veces, parece imposible encontrar un lugar para estar tranquilos con la mascota por eso, es necesario que el animal esté muy bien educado. La correa forma parte de esta educación. Si se va a estar mucho tiempo de paseo es aconsejable utilizar las correas extensibles sobre todo en zonas en las que se sepa que no pueden molestar.
También es muy importante que conozcan una serie de comandos básicos para el bienestar de todos. Sentado, quieto, ven y no, son palabras que los perros deben conocer a la perfección. Cuando se espera en un semáforo, lo mejor es que el perro esté sentado y quieto. Esta, posición garantiza la seguridad del animal. Por otro lado, está el tema de la mirada.
Es importante que un perro bien educado atienda a las órdenes de su dueño, sobre todo a la hora de romper el contacto visual del animal con algo en concreto. Comida en el suelo, otro perro, etc. pueden ser objetivos que durante el paseo puedan crear algún que otro problema. En cualquier caso, el perro necesita romper el contacto visual con el «fruto prohibido» por lo que es importante llamarle para que se descentre.