Aunque los perros son los mejores amigos del hombre y, en general, la mayoría de las razas son muy fieles y cariñosas, hay personas a las que no les gusta estar en su compañía. El motivo no es otro más que el miedo o fobia a los canes, que la propia persona no puede controlar y que se produce ante el perro más pequeño y más bueno del mundo. Y es que este miedo es en muchas ocasiones irracional, aunque en otras procede de malas experiencias anteriores con animales. En cualquier caso, se puede poner solución.
Tratamiento
Una de las maneras más efectivas de poner fin a la fobia anormal a los perros es seguir un tratamiento con terapeutas especializados. El primer paso es reconocer y detectar por qué se produce ese miedo para ponerle la solución más adecuada.
Dentro de estas terapias, lo habitual es que se centre en exponer a la persona poco a poco al perro. Al principio, este contacto puede no ser directo y realizarse a través de imágenes, vídeos o documentales que permiten conocer más sobre los perros y su comportamiento. Posteriormente, se comienza con contactos eventuales y cortos con los perros para ir aumentando el tiempo que se está con él de forma progresiva hasta que se ha logrado superar la fobia.
Todos los contactos se realizan bajo supervisión del terapeuta con el fin de evitar que se produzca una retraumatización en lugar de curar la fobia. Un motivo por el que es habitual que el acercamiento con un perro real se produzca con cachorros en lugar de cuando están en su etapa adulta.
Conforme se va perdiendo la fobia y ganando confianza con la mascota, se puede ir tratando con perros adultos. Esto será más difícil y llevará más tiempo porque se suele asociar el mayor peligro con un perro mayor y no con un cachorro. Hay que ser consciente de que se necesitará paciencia y constancia para superar la fobia.
Nervios
Para superar la fobia se pueden seguir otra serie de consejos. Uno de los más importantes es controlar los nervios ante un perro. Y es que el can detectará ese estado de ansiedad que le causará a su vez miedo, lo que hará que tome una posición más defensiva. Y esto, de nuevo, originará más temor en la persona.
Siempre es importante mostrarse confiado porque esa confianza también se les transmite. Pero cuidado con mirar fijamente a un perro a los ojos porque pensará que es un desafío o intimidación.
Conocimiento
Otro consejo que puede seguirse es aprender sobre los perros y, sobre todo, a como acariciarlos. De esta manera, será más fácil aproximarse a él y que no se asuste ante un extraño. Para conseguirlo, lo primero es que el perro huela para que haga su identificación de la persona. Una vez hecho, siempre hay que ponerse de frente y nunca comenzar las caricias por la cabeza.
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