Cuando una mascota va a llegar al hogar es importante preparar la vivienda para que se sienta cómoda y desarrolle su actividad en el día a día. Para hacerlo bien, vamos a dar una serie de consejos sobre cómo preparar el hogar para recibir la llegada de perros y gatos y que se sientan bien en casa desde el primer día.
Perros
España es uno de los países con más mascotas en los hogares. De hecho, se calcula que alrededor del 40% de las familias tiene una mascota, siendo las más habituales los perros y gatos.
Sin embargo, cuando se quiere tener un animal de más de compañía no es suficiente con llevarlo al hogar. Hay que preparar la vivienda. Por ejemplo, en el caso de los perros es fundamental reservarles un espacio para ellos y que esté al mismo nivel que el suelo.
Ahí, por ejemplo, se puede colocar su cama, aparte de unos cuencos de agua y de alimentos. También se deben dejar otros utensilios que pueda necesitar como los juguetes.
Los perros, además, suelen pasar bastante tiempo acostados por lo que precisan de una cama o de una zona más amplia que la de otras mascotas como por ejemplo los gatos. También es importante que sea confortable y que se personalice a sus necesidades.
Igualmente es clave quitar o no dejar accesibles todos aquellos productos químicos o cosas que le pueden hacer daño al perro. Fundamental es también proteger todas las zonas como escaleras o en las que haya desniveles e, incluso, ventanas sobre todo si se vive en un piso alto.
Gato
El gato es una mascota más activa que el perro. Y, como todos los animales, necesita también su propio espacio. Dentro de él, es clave que haya un árbol para que pueda trepar, escalar, saltar y hacer ejercicio, aparte de ayudar también el mantenimiento de sus uñas.
Otras precauciones clave en el hogar son proteger todas las ventanas y balcones para evitar que pueda caer o saltar desde ellos, aparte de no dejar a su alcance productos químicos, de limpieza ni medicamentos, entre otros.
Igualmente, fundamental es cerciorarse de que no se tienen plantas o flores que sean tóxicas para ellos. Y, por supuesto, no hay que olvidarse de reservar un espacio para el arenero y para sus juegos de agua y comida.
Son consejos básicos, pero útiles con los que se consigue que la mascota nada más llegar al hogar se sienta más cómoda, feliz y a gusto.
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