A muchas personas les gusta hacer fotos a sus mascotas para tenerlas de recuerdo e inmortalizar momentos que se han vivido y que son inolvidables. Sin embargo, la fotografía de mascotas no siempre es fácil porque, evidentemente, no siempre se están quietas cuando hay que tomar la foto o no mantienen la posición que queremos, entre otras posibles dificultades. Para hacer unas buenas instantáneas, hoy vamos a dar una serie de consejos básicos, pero imprescindibles.
Los consejos
Lo primero que hay que tener es paciencia porque, además, hay animales a los que no les gusta mucho que les fotografíen como pueden ser los gatos. De esta manera, es conveniente también tomarse su tiempo hasta conseguir la foto idónea, siendo conscientes de que la mayoría de ellas no van a salir bien.
El segundo consejo es fijar bien la perspectiva desde la que se quiere tomar la foto. Muchas veces se suelen hacer las fotografías desde la altura de la persona. Esto es un error muy habitual que en la mayoría de las ocasiones dificulta obtener la mejor instantánea. Lo más adecuado es ponerse a su nivel. Así que toca agacharse para situarse a su altura. Los planos serán mucho mejores.
Hoy en día, las cámaras, incluidas las del móvil, incorporan multitud de ajustes y opciones de configuración. Una de las mejores opciones para este tipo de fotografía es el disparo en ráfaga. De esta manera, se consigue una secuencia de imágenes en lugar de una sola foto por disparo. Así, seguro que alguna de ellas será válida y no te perderás ningún segundo de la actividad de la mascota cuando esté en movimiento.
No obstante, hay que olvidarse del flash porque puede asustar a la mascota, sobre todo, a los gatos. Es mejor, siempre que se pueda, utilizar luz natural. El flash tampoco ayudará a captar bien el rostro del animal porque suele producir el efecto de los ojos rojos.
Y siempre que sea posible se recomienda emplear un teleobjetivo corto porque así no hay que acercarse demasiado a la mascota y se puede mejorar el encuadre. Lo más idóneo es una lente con una distancia focal de entre 85 y 130 mm.
Son consejos básicos, pero que muchas veces se olvidan y con cuya práctica se pueden conseguir mejores fotos.
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