Con la llegada del frío y de las temperaturas más bajas es normal que las personas cojan algún resfriado, la gripe e, incluso, una neumonía. Una enfermedad esta última que no es ajena a los perros. Y es que ellos también pueden padecerla y desarrollar esta inflamación en los pulmones, que es necesario tratar para que no se agrave y las consecuencias sobre la salud sean mayores. Pero, ¿cómo se puede saber si el perro tiene o no neumonía?
Síntomas de la neumonía en perros
En general, la neumonía es más habitual en los perros más jóvenes y en los que son más mayores, aunque lo cierto es que cualquier can puede tenerla.
Ninguno está exento de librarse de esta patología al 100% porque, con los cambios en las temperaturas, hay más bacterias u hongos en el ambiente, que ponen a prueba el sistema inmunológico.
Pero no es la única causa porque el perro también puede padecerla por inhalar una sustancia tóxica o por cualquier otra infección de tipo bacteriano como el moquillo.
Además, se da el caso de que puede haber diferentes tipos de neumonía, según la zona del pulmón en la que se localice y se vea afectada por esta enfermedad.
En general, con independencia del tipo de neumonía, varios son los síntomas que el perro puede experimentar. Entre los más comunes están la fiebre, la tos húmeda y las secreciones mucosas.
Diagnóstico y tratamiento
Como estos síntomas son comunes a varias enfermedades, lo mejor siempre es llevar al perro al veterinario para que haga unas radiografías de tórax y le ausculte para comprobar si tiene o no neumonía.
El tratamiento –aunque siempre debe hacerse bajo prescripción veterinaria-, suele consistir en la toma de antibióticos. Además, es conveniente que el animal siga una dieta correcta y totalmente equilibrada para contribuir a la recuperación de las defensas. Igualmente, es aconsejable que repose.
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