Cómo prevenir los gases en el perro


¿Sabías que las patologías gastrointestinales son las enfermedades más tratadas en las clínicas veterinarias? De hecho, suponen el 75% de los casos que se atienden cada año y entre ellas se encuentran la flatulencia en perros. Aunque no le des importancia, puede ser un problema serio.

El cúmulo de gases en el estómago e intestino del perro puede provocarle molestias tales como dolor abdominal, expulsar aire por la boca y el ano y sufrir cólicos e, incluso, puede llegar a morir por una torsión de estómago. Afortunadamente, los gases en el perro se pueden prevenir. ¿Quieres saber cómo?

Causas

Los gases en el perro pueden deberse a una digestión lenta y pesada, que hace que estos permanezcan más tiempo del adecuado en el intestino; cambios en la dieta o al incremento de la concentración de un componente de la misma y la manera de comer del animal: si lo hacen muy rápido, ingieren aire, lo que provoca acumulación de aire en el estómago. Los carbohidratos y la fibra también pueden ser los causantes de las flatulencias en el perro.


Por otro lado, las dificultades respiratorias y el estilo de vida del perro son factores de riesgo.

Prevención

Para prevenir los gases en los perros, es recomendable ofrecerles piensos de buena calidad para facilitar las digestiones, especialmente si tienen intolerancias alimentarias, ya que pueden padecer gases de manera habitual. Si el perro come demasiado rápido, también es buena idea recurrir a comederos adaptados, con huecos especiales, para impedir que el animal ingiera demasiada cantidad de pienso en una sola comida.


Además, debes tener en cuenta que existen piensos especiales para los perros braquicéfalos, en las que el alimento tiene la forma y el tamaño necesario para obligarles a masticar durante más tiempo y evitar que traguen aire. Por último, si el animal padece una afección respiratoria o tiene problemas hepáticos o parásitos intestinales, requerirá tratamientos específicos para frenar los problemas de flatulencia.

5 comentarios

  1. Aunque no es nada agradable, lo cierto es que muchos perros se comen sus heces. Se trata de una costumbre normal en plena naturaleza, que permite la absorción de nutrientes en caso de necesidad, aunque puede deberse a múltiples factores. Se trata de una acción más habitual en cachorros que, muchas veces, lo hacen por curiosidad. Sin embargo, esta práctica puede causar serios problemas de salud. Si tu perro se come sus propias heces, lo mejor es que lo lleves al veterinario para que le examine. Si está sano, deberás alimentarle con una ración de buena calidad; ajustar la cantidad de comida a su peso, raza y edad; proporcionarle estímulos mentales y ejercicio físico; pasear al perro con la correa y evitar que se acerque a los excrementos; optar por métodos de entrenamiento; evitar que el animal haga sus necesidades dentro de casa; y aplicar sobre las heces productos indicados para esta situación. Eso sí, lo más importante es la prevención, ya que es una práctica bastante difícil de cambiar. ¡Un saludo!

  2. Como bien dice Ana Pérez, mi vet me explicó que en el caso de mi perrito cachorro se comía el excremento por una gran deficiencia de nutrientes, y probable hambruna, que buscaba residuos de croquetas en las heces, el cachorrito fué adquirido con un propietario que demostró malos cuidados pues venía con su panzita llena de parásitos, por fortuna con un buen tratamiento y buena calidad de croquetas y supervición a la hora de defecar,, mi perrito logró superarlo rápido, también el doc. me explicó que se comen su popó por aburrimiento, perritos que pasan su vida en cautiverio sin ninguna atención de sus dueños,,, mucha suerte!!!
    Moni

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